lo fácil, culpar a energías limpias
Domingo 10 de enero de 2021, p. 15
Para evitar nuevos apagones en el país, es necesario flexibilizar
el sistema eléctrico nacional, dada la proporción de energías renovables variables en el mismo y no reduccir la generación eléctrica de éstas por la falta de flexibilidad, afirmó BBVA Research.
Luego del apagón que se registró en el país y la explicación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de que se debió a un incendio y un exceso de generación de energías renovables, la institución financiera consideró: Lo más fácil es culpar a las energías renovables variables de la menor inercia en la red eléctrica, lo cual conduce a variaciones más rápidas y grandes en la frecuencia de la red. Aquí es donde entra el tema de la controlabilidad de la red para mantenerla estable y así poder evitar apagones como el ocurrido hace algunos días
, explicó.
De acuerdo con el banco, una mayor controlabilidad forzosamente requiere de recursos para la producción de potencia reactiva y algunos generadores convencionales podrían ser reconfigurados con la adaptación de condensadores sincrónicos para ese fin.
Esto también representaría una oportunidad de ingresos para los generadores convencionales que han sido desplazados por las energías renovables variables. Inclusive, es posible recurrir a dispositivos avanzados de electrónica de potencia para que las energías renovables también pudieran ofrecer los llamados servicios conexos (control de voltaje, regulación de frecuencia, etcétera)
, precisó.
El área de investigación de BBVA consideró que, la gran ventaja de las energías renovables variables no solamente consiste en cero emisiones de carbono durante la generación eléctrica, sino también por la disponibilidad gratuita de su principal insumo (viento o sol).
De acuerdo con un estudio del Laboratorio Nacional de Energías Renovables de Estados Unidos, con un 33 por ciento de penetración de energía solar y eólica se incrementan los costos anuales de desgaste.
Estos costos son causados por los ciclos en las centrales eléctricas que incluyen arranques e incrementos en la generación al ofrecer servicios de flexibilidad y cuestan de entre 35 millones y 157 millones de dólares para los generadores basados en combustibles fósiles.
No obstante, este monto estimado es compensado por ahorros de alrededor de 7 mil millones de dólares por la reducción en el uso de estos combustibles para la generación de electricidad.