El agua disponible para riego ha disminuido en aproximadamente 30 por ciento en el último año, por lo que será una limitante para la producción del ciclo agrícola otoño-invierno 2020-2021, advirtió el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

De acuerdo con datos del organismo privado, con base en datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las 210 presas que existen en el país tienen almacenados 66 mil 607 hectómetros cúbicos (hm3) de agua, cifra inferior a los 91 mil 330 de un año antes.

Siete estados del país concentran 16 presas con agua para uso agrícola, con una capacidad de 55 mil 6 mil 600 hm3, que representan 44.3 por ciento del total nacional.

Sin embargo, de acuerdo con un análisis del GCMA, el almacenamiento actual del vital líquido en esas presas está a sólo 41 por ciento de su capacidad total, y refleja una caída de 44.2 por ciento en su comparación anual debido a importantes sequías en el norte del país.

Según sus estimaciones, el agua almacenada en estas presas representa 34.2 por ciento de la disponibilidad actual de agua en México.

Considerando que las presas con agua destinada al uso agrícola se concentran en la zona Centro-Norte del país, la falta de agua limitaría el potencial de producción de los cultivos de otoño-invierno del ciclo 2020/21, advirtió el organismo.

Más importaciones

La escasez, señaló, se puede ver reflejada en menores producciones de maíz, trigo, sorgo y frijol, entre otros. Además de que un menor cultivo en México impactaría con mayores volúmenes de importación de granos básicos durante el próximo año.

La advertencia de los especialistas de GCMA se da justo en un momento en el que hace unas semanas comenzó a cotizar el agua en la bolsa de valores de Walla Street, lo que de acuerdo con analistas es un reconocimiento a la enorme crisis de escasez que se está viviendo en diferentes regiones del mundo.

Algunas de las zonas que preocupan son precisamente el noreste de México y el suroeste de EU, donde se han registrado sequías sin precedente.

Cabe aclarar que, a grandes rasgos, lo que cotiza en la bolsa estadunidense no es el agua en sí misma, pues se trata de un bien común de dominio público, sino los derechos de uso.