Ante la gratuidad para la educación universitaria que establece la Ley General de Educación Superior, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que junto con un incremento presupuestal debe haber mayor esfuerzo de las casas de estudio para administrar con honradez sus recursos y que no se roben el dinero.

El mandatario se pronunció porque se vayan eliminando las cuotas en instituciones públicas de este nivel, que en algunos casos son muy elevadas, para lo cual, insistió, no se trata sólo de que reciban más presupuesto, sino de que también procuren la austeridad republicana.

Respetando la autonomía, agregó, tiene que haber un movimiento al interior de las universidades para que no haya corrupción y que haya honestidad en el manejo del presupuesto. Esto va a permitir garantizar la gratuidad, quitar las cuotas. Yo creo que ése es un esfuerzo que tienen que hacer las universidades.

Sin citar nombres, subrayó que no debe repetirse la estafa maestra ni que haya caciques que manejan las universidades públicas en los estados.

Calificó de vergüenza que universidades grandes de estados importantes estén manejadas por una persona, que sean de un solo hombre. No es esa persona el rector, pero es el que manda desde hace años y maneja el presupuesto de manera discrecional y a la vista de todo mundo, hasta los premian allá en España.

Como ejemplo contrario, colocó las 140 universidades Benito Juárez que operan con mil millones de pesos.

Aunque expresó su respaldo a la nueva legislación, dejó ver su recelo por la forma en que se aprobó, debido a lo que definió como temor a los consensos. Aunque tiene que ver con la democracia, muchas veces el consenso significa complacer a todos.

Explicó que durante el sexenio de Carlos Salinas y con Ernesto Zedillo como secretario de Educación, la obligatoriedad del Estado para asegurar la gratuidad de la educación se acotó al nivel básico, y se dejó al mercado el nivel medio y superior. En cambio el espíritu de la ley, dijo, es lograr la gratuidad en la educa-ción superior.