Domingo 3 de enero de 2021, p. 18
Washington. Un tribunal de apelaciones de Estados Unidos revirtió la moratoria de pena de muerte emitida la semana pasada contra Lisa Montgomery, la primera mujer condenada a muerte en casi seis décadas, por lo que sería ejecutada el 12 de enero, ocho días antes de la investidura de Joe Biden como presidente.
El fallo, dictado el viernes pasado por un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el circuito del distrito de Columbia, concluyó que el juez de un tribunal inferior se equivocó al anular la fecha de ejecución.
Montgomery fue declarada culpable de matar a Bobbie Jo Stinnett, de 23 años, en Skidmore, Missouri, en diciembre de 2004. Estranguló a la embarazada de ocho meses con una cuerda y luego le sacó a la bebé del útero con un cuchillo de cocina, dijeron las autoridades. Montgomery se llevó a la niña e intentó hacerla pasar por suya, dijeron los fiscales.
Nueva apelación
La abogada de Montgomery, Meaghan VerGow, anunció que tiene intención de apelar en su totalidad la decisión de la corte e insistió en que la mujer padece un grave trastorno mental tras años de recibir abusos de sus padres.
Dado todo lo que sabemos sobre Lisa Montgomery, sobre su enfermedad mental y sobre la vida de horrible trauma que ha sufrido, no vemos una razón lógica para su ejecución
, según un comunicado de VerGow, quien pidió al presidente Donald Trump emitir una orden de clemencia, reportó la cadena CNN.
La ejecución de Montgomery estaba programada para el 8 de diciembre pasado, pero sus dos abogados solicitaron suspenderla porque ambos se contagiaron con coronavirus tras visitarla en Texas, donde cumple condena. Michael Carvajal, director de la Oficina Federal de Prisiones, fijó la nueva fecha para el día 12.
Estados Unidos reanudó las ejecuciones a escala federal, independientes a las hechas en cada estado, en julio pasado por orden del fiscal general William Barr tras una moratoria de 16 años.
Biden se opone a la pena de muerte y su vocero, TJ Ducklo, ha dicho que trabajará para poner fin a su uso. Pero el presidente electo no ha dicho si detendrá las ejecuciones federales después de asumir el cargo el 20 de enero.