Domingo 3 de enero de 2021, p. a12
En tiempo real, el golpe de la victoria del mexicano-estadunidense Ryan García, para convertirse en campeón interino de peso ligero por el CMB, parece una caricia. En velocidad reducida se comprueba el poder y daño que provocó en la zona hepática del inglés Luke Campbell para ganar por nocaut en el séptimo episodio, en Dallas, Texas.
El gancho de izquierda entra con una potencia que cimbra los músculos y piel adherida; hace ondas expansivas de un dolor agudo que se manifiesta unos segundos después. El peleador inglés cayó de rodillas e intentó levantarse sin conseguir sobreponerse a uno de los golpes más efectivos del boxeo.
No fue un paseo para Ryan, la principal apuesta al estrellato para Golden Boy Promotions y candidato a nueva figura para la comunidad latina en Estados Unidos. El mexicano-estadunidense fue enviado a la lona por primera vez en su trayectoria invicta con 21 peleas. Una izquierda del inglés Campbell lo sorprendió vulnerable y lo mandó de espaldas por un descuido común en el pugilismo.
Pero Ryan no perdió seguridad. Después de ese error que pudo salir tan caro, aplicó toda su concentración y habilidades en someter al contrincante. El séptimo episodio fue donde salió con paso firme y una veloz zurda que aplicó el gancho al hígado de la victoria.
Óscar de la Hoya, propietario de Golden Boy y uno de los más entusiastas en promover la carrera del joven Ryan tras la salida de sus filas del Canelo Álvarez, advirtió que esta sería su verdadera prueba de boxeo. Anticipó que de ganar el combate, el respeto del público vendría por añadidura. Después de esta victoria, la expectativa es que el peleador de 22 años deje de ser la gran promesa y sea una realidad.
Canelo Álvarez, ex compañero de empresa, lo felicitó al finalizar su combate. Un gesto que muchos traducen como la confirmación de que el tapatío es el referente para el futuro de Ryan. Ataviado con cubrebocas, el pelirrojo aplaudió y abrazó al nuevo campeón como si lo ungiera para el éxito.