Violencia contra mujeres, dolor que une: EZLN
o proliferan las buenas noticias para los movimientos sociales autónomos en el año que inicia, pero los de mujeres y los pueblos originarios siguen ofreciendo una esperanza. La marea verde de las mujeres argentinas que logró la aprobación de la ley por el derecho a interrumpir el embarazo traspasa las fronteras del país sudamericano. El derecho a un aborto seguro, libre y gratuito es apenas otro paso, pues el movimiento feminista va por más. Va por todo.
Quizás por eso el comunicado conjunto firmado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y un impresionante abanico de organizaciones, colectivos y personas de muchas partes del mundo, inicia con el reconocimiento de la diversidad: “Somos mujeres, lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, travestis, transexuales, intersexuales, queer y más, hombres, grupos, colectivos, asociaciones, organizaciones, movimientos sociales, pueblos originarios, asociaciones barriales, comunidades y un largo etcétera que nos da identidad”.
Reconocen como el primer dolor que los une la violencia contra las mujeres, seguido de la persecución y desprecio a los diferentes en su identidad afectiva, emocional, sexual, el aniquilamiento de la niñez, el genocidio contra los originarios, el racismo, el militarismo, la explotación, el despojo, la destrucción de la naturaleza
.
En el pronunciamiento conjunto dado a conocer en el contexto del 27 aniversario del levantamiento armado zapatista, los firmantes se comprometen a “luchar, en todas partes y a todas horas –cada quien en su terreno–, contra este sistema hasta destruirlo por completo”, pues, afirman, no es posible reformarlo.
El primer paso será reunirse, pues mirar y escuchar lo otro tal vez nos ayudará o no en nuestro paso
. Serán los meses de julio, agosto, septiembre y octubre del 2021 cuando una delegación conformada con el CNI-CIG, el Frente de Pueblos en Defensa del Agua y de la Tierra de Morelos, Puebla y Tlaxcala, y el EZLN, recorran Europa para encontrarse con quienes persisten nada menos que en la lucha por la vida.