Las fuerzas armadas realizarán alrededor de 85 por ciento de las actividades consideradas en el plan de vacunación contra Covid-19; sin embargo, entre los mayores retos para estas acciones están la definición de centros para aplicar los reactivos en instalaciones civiles y la creación de listas confiables de ciudadanos que deben recibirlos, ya que son las autoridades de Salud federal las que definen los nombres y las convocatorias para los beneficiarios. Por ello, personal que atiende a pacientes afectados han señalado irregularidades, indicaron funcionarios que participan en el gabinete de seguridad y fuentes militares y navales.

Los entrevistados mencionaron que, de acuerdo con lo señalado en el documento rector denominado Política nacional de vacunación contra el virus SARS-Cov-2, para la prevención de la Covid-19 en México, los integrantes de las fuerzas armadas mantendrán su colaboración con las autoridades sanitarias para trasladar, resguardar en bodegas la vacuna y aplicarla, en caso de que se así se requiera, en sus instalaciones.

Asimismo, apoyar la vigilancia y protección del reactivo y de la periferia de las instalaciones civiles donde se realice la vacunación, a fin de evitar cualquier acto que afecte la seguridad del químico como del personal.

Asimismo, la página 6 del documento citado señala que algunos factores identificados de complejidad para el establecimiento de programas nacionales de vacunación contra el Covid-19 son: problemática de acceso global; limitada producción mundial y falta de marcos de trabajo internacionales que permitan acceso equitativo a todos los países; diferencias en las prioridades de vacunación al interior de cada país.

De acuerdo con los entrevistados, estos últimos son aquellos en los que si bien se ha definido una estrategia, falta resolver las cuestiones operativas de ejecución para garantizar la infraestructura nacional para el proceso de recepción, almacenaje y distribución de las diferentes vacunas; infraestructura del programa operativo de vacunación y la vigilancia de eventos adversos, así como la evaluación del impacto de la estrategia de vacunación.

Por ello se considera que para las próximas semanas –cuando hayan arribado a territorio nacional grandes cantidades de dosis de vacunas y la exigencia de almacenaje, distribución y vigilancia sea mayor– también se contará con esquemas de vigilancia y definición de centros de aplicación, que como el Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, en la Ciudad de México, tengan toda la capacidad para realizar en condiciones óptimas la aplicación de los reactivos.