Washington. Donald Trump pidió ayer al gobernador del estado de Georgia, el republicano Brian Kemp, que renuncie, ante su negativa a respaldar el triunfo que el magnate dice haber tenido en los comicios del pasado 3 de noviembre. El mandatario sostiene, sin pruebas, que hubo un fraude generalizado y ha presionado a los senadores de su partido para que den seguimiento a sus acusaciones, pese a que el Colegio Electoral este mes cimentó la victoria del demócrata Joe Biden con 306 votos.

Kemp debería renunciar a su cargo. Es un obstruccionista que se niega a admitir que ganamos Georgia. ¡Grande! y también ganamos en otros estados pendulares, tuiteó Trump. En otra publicación alentó a ver una transmisión de una audiencia del Senado en Atlanta relacionada con lo que llamó el vuelco de las elecciones de Georgia.

El mandatario ha criticado a Kemp desde que Biden ganó en su estado por 12 mil votos, resultado que sobrevivió pese a múltiples recuentos y desafíos judiciales, pero es la primera vez que el jefe de la Casa Blanca pide su renuncia.

Semanas antes, Kemp resistió a los pedidos de Trump de convocar a una sesión especial de la legislatura estatal, cuyo propósito habría sido rescribir la ley electoral de Georgia para que electores seleccionados del Colegio Electoral pudieran votar por el magnate.

En tanto, el senador republicano por Misuri, Josh Hawley, advirtió que presentará objeciones la semana próxima, cuando el Congreso se reúna para ratificar la victoria de Biden en las urnas, lo que obligará a la Cámara de Representantes y al Senado a realizar votaciones que probablemente retrasarán –pero no alterarán– la certificación final de la victoria del demócrata.

Un grupo de republicanos en la cámara baja, donde los demócratas son mayoría, ya habían dicho que objetarían, en nombre de Trump, el conteo de votos electorales, y sólo necesitaban que un senador los apoyara para forzar las votaciones en ambas cámaras.

Jen Psaki, vocera de la transición de Biden, calificó la medida del senador de bufonada.