Jueves 31 de diciembre de 2020, p. 4
La madrugada de ayer, a los 84 años de edad, falleció en Guadalajara el arqueólogo Otto Schöndube, impulsor de la investigación sobre las culturas prehispánicas de Jalisco, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y lamentó con profunda tristeza
esta pérdida.
El interés de Schöndube por la arqueología nació al escuchar las historias que le contaba su abuelo materno, Rodolfo Baumbach, un alemán que llegó a Tabasco a principios del siglo XX y a quien le gustaba coleccionar lo que encontraba mientras trabaja-ba en el campo; una vez, estando en Colima allá por los años 40
, conoció a la arqueóloga estadunidense Isabelle Kelly, quien, con pala y pico, estudió el occidente de México, en una época en que esta especialidad no era considerada una actividad para las mujeres.
En la década de 1960, Schöndube entró a la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y fue alumno de maestros como José Luis Lorenzo, Pedro Armillas, Wigberto Jiménez y a la etnóloga sueca Barbro Dahlgren.
Para Schöndube, la buena arqueología siempre fue “la que se hace con los pies, en el lugar de los hechos, viendo el espacio, intuyendo la vegetación y el clima e imaginando la época que se estudia.
Schöndube fue profesor e investigador emérito del INAH y aunque su ascendencia era alemana, fue un orgulloso tapatío. Dedicó su vida al estudio de esa región, participó en el traslado de las colecciones del antiguo Museo Nacional de Antropología de la calle de Moneda a Paseo de la Reforma. En esas tareas trabajó con Alfonso Caso, Alberto Ruz y Román Piña Chan, con quien luego se hizo cargo de la Sección de Occidente, en el nuevo museo de Chapultepec.