Jueves 24 de diciembre de 2020, p. 7
Nueva York. Gustavo Santaolalla confía en que el rock volverá a sonar con fuerza y que emergerá de América Latina, donde él comenzó hace cinco décadas y sigue produciendo a músicos.
Digo que el rock en el mundo está también en cuarentena... y creo que la vacuna viene de Latinoamérica y de la mujer, eso es lo que siento
, afirmó el músico argentino.
Santaolalla es productor ejecutivo de Rompan todo..., nuevo documental de Netflix sobre la historia del rock en español en América Latina contada por muchos de sus protagonistas (incluido él como parte del grupo Arco Iris), en yuxtaposición con la realidad sociopolítica de la época.
Siente que no podría llegar en mejor momento. Durante la pandemia, citó, se han incrementado considerablemente las ventas de guitarras eléctricas –“que no se usan para tocar techno”, señaló. (Fender reportó 17 por ciento más durante la crisis sanitaria, pese al cierre de 90 por ciento de sus tiendas físicas y de sus fábricas, y anticipa un récord para 2021).
Mucho que celebrar
Pero Rompan todo... no es lo único que lo tiene emocionado. Además del estreno de la serie El Cid, que musicalizó, y de los honores que recibió por su partitura para el galardonado videojuego del año The Last of Us Part II, celebra la primera postulación al Grammy de su banda Bajofondo por Aura, álbum que combina tango, candombe, murga y milonga con rock, música electrónica, hip-hop y jazz.
En una entrevista vía Zoom con The Associated Press, realizada el día antes del estreno de Rompan todo..., Santaolalla conversó desde su casa en Los Ángeles sobre estos proyectos.
–Felicidades por su nueva nominación al Grammy con Bajofondo. ¿Podríamos decir que, con tantos reconocimientos, lo raro sería que no figurara?
–No es así. Para mí, sigue siendo un motivo de alegría saber que el trabajo que hace uno o en el que uno está involucrado tiene algún impacto o se conecta con la gente. Eso es lo más gratificante de todo; por eso lo vivo con la misma alegría... Bajofondo siempre es un desafío artístico y comercial. Para nosotros es una agradable y hermosa sorpresa y atesoramos esa nominación como una victoria.
– Aura es el cuarto álbum del grupo. ¿Puede contarnos un poco sobre el proceso creativo?
–Nosotros empezamos con el proyecto hace 15 años, con Juan Campodónico, mi socio productor, y somos los mismos integrantes desde entonces. Empezó como un proyecto de producción discográfica, de estudio, y se convirtió en una banda. Cada uno de nuestros álbumes ha sido no quedarnos en una zona de confort, sino empujarnos a nuevos desafíos y, bueno, en este caso nos la jugamos, porque en este caso nos juntamos todos a improvisar. Por eso hay temas de seis, siete minutos, ocho minutos...
“No soy un gamer”
–También acaba de ser reconocido por la música de The Last of Us Part II, que se mantiene como su único trabajo para la industria de los videojuegos.
–Esperé mucho tiempo para hacer videojuegos. No soy un gamer –aunque tengo un hijo que lo fue ávidamente cuando era más chico–, siempre me pareció que si alguna persona conectaba con algo emotivo iba a ser un game changer (punto de inflexión). Cuando conocí a Neil Druckmann, creador y director del juego, dije ‘ahora sí, esto es’. Me hizo recordar un poco a Alejandro (González Iñárritu)... Su historia me fascinó, la forma en que abordó el juego. Con el primero mucha gente llora en determinados momentos, es muy emotivo. Tiene las cosas de los videogames: batallas, todo eso. Pero él le agregó esta carga de emotividad y una gran historia.
Me ha conectado con un público increíble; son chicos de 12, 13, 14 años, apasionados de la música. Se conectan de una manera muy intensa y profunda. Eso me ha dado una satisfacción increíble.
–De vuelta a Latinoamérica, ¿qué lo llevó a producir Rompan todo...?
–Es uno de los sueños que tenía. Parte de mi carrera fue tener esa especie de visión bolivariana de una música alternativa que involucrara a la región; lo he reflejado con mi trabajo en el sello Surco y con las producciones de bandas como Los Prisioneros, de Chile; León Gieco y Bersuit, de Argentina; La Vela Puerca, de Uruguay; Juanes, de Colombia, y Maldita Vecindad, Molotov, Julieta Venegas, de México. Siempre sentí que nuestro rock tenía algo muy potente y muchas veces un contenido más fuerte que en el rock anglo