Desde agosto, los trabajadores del sector salud han manifestado que están agotados y que, dadas las condiciones en las que desempeñan su labor en medio de la pandemia, les será muy difícil enfrentar un repunte de contagios de Covid-19 como el que se está viviendo en distintas regiones del país. Además, 75 por ciento indica que no ha recibido de parte de sus centros de trabajo insumos suficientes para protegerse de contagios.

De acuerdo con una encuesta del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), siete de cada 10 trabajadores sanitarios creen que no podrán atender adecuadamente el repunte de contagios.

Según el estudio, en que participaron 4 mil 64 trabajadores sanitarios de instituciones privadas y públicas, se han enfrentado a una disminución del personal sanitario, pues muchos de los trabajadores han tenido que dejar sus puestos en distintos momentos porque forman parte de la población vulnerable al Covid-19.

Así, de acuerdo con 87 de cada 100 trabajadores del sector público encuestados, no será posible enfrentar un rebrote de la pandemia con el desgaste que han tenido los trabajadores de la salud y hace falta incorporar muchísimo personal.

Además, si sus centros de trabajo no les proporciona los insumos necesarios para protegerse de un contagio, casi 75 por ciento de los trabajadores sanitarios tienen que adquirirlos por cuenta propia, mientras 6 por ciento usa insumos donados, 2 por ciento no los consigue y uno por ciento se los pide directamente a los familiares de sus pacientes, según la encuesta.

También señalan que durante la pandemia el gobierno no estableció una estrategia integral que reflejara una planeación que incorporara de manera activa las necesidades laborales y de bioseguridad de la población trabajadora en el sector salud para enfrentar los contagios.

De acuerdo con el Centro de Análisis Multidisciplinario, no basta curarse en salud nombrando como héroes a los trabajadores del sector de la salud, ni rendirles homenajes póstumos, pues esa denominación sólo sirve para ocultar la irresponsabilidad por las condiciones de precariedad en que el personal ha laborado desde hace años y cómo éstas se han incrementado.