Martes 22 de diciembre de 2020, p. 24
Moscú. Desde Alemania, donde sigue recuperándose de las secuelas del envenenamiento que sufrió en agosto anterior, el líder opositor Aleksei Navalny asestó ayer un nuevo golpe mediático a la credibilidad del Kremlin al difundir en Internet la grabación de un video de su conversación telefónica con uno de los oficiales del FSB (siglas en ruso del Servicio Federal de Seguridad) que, según él, participó en el fallido intento de asesinarlo con una sustancia química prohibida.
Unas horas antes de difundir el otro video –visto por más de 17 millones de personas, en el cual dio a conocer la identidad de ocho agentes del FSB que formaban parte de un equipo de médicos y químicos que, de acuerdo con Navalny, lo siguieron por toda Rusia durante varios años, incluido el día en que el opositor perdió la conciencia en pleno vuelo de regreso a Moscú desde la ciudad siberiana de Tomsk–, llamó por teléfono a la casa del químico Konstantin Kudriavtsev, quien viajó de urgencia a la ciudad de Omsk, donde aterrizó de emergencia el avión de Navalny, quien se encontraba en coma en un hospital, con la supuesta misión de recoger su ropa y eliminar todo rastro del veneno.
Navalny utilizó un programa especial que neutraliza la función de identificación de llamadas y permite suplantar el número de quien está marcando para que Kudriavtsev creyera que quería hablar con él un superior desde la sede del FSB, el general Maksim Ustinov
, como se presentó el opositor al afirmar que necesitaba preparar un informe urgente por órdenes de Nikolai Patruschev, presidente del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia.
El ingenuo Kudriavtsev cayó en la trampa y confirmó todo lo que sabía de la operación, en particular la tarea que tenía que cumplir: eliminar todo rastro del veneno especialmente en las costuras interiores de los calzoncillos del mayor adversario del Kremlin. A pregunta de qué fue lo que hizo fracasar la operación, Kudriavtsev respondió que no lo entiende, dado que se planeó con mucho cuidado, y el disidente debía morir en pleno vuelo. En su opinión, tal vez influyó la rapidez con que actuó el capitán del avión y su decisión de aterrizar de emergencia, así como la eficaz intervención de la ambulancia que acudió al aeropuerto.
A la misma hora, compañeros de Navalny y una periodista de la cadena estadunidense CNN tocaron en la puerta de las viviendas de los otros miembros del grupo identificados, pero sólo en un caso abrieron la puerta y Oleg Tayakin, el presunto jefe del grupo, se negó a responder las preguntas de la reportera y la escena dio la vuelta al mundo.
Poco después se difundió en Internet la denuncia y, durante tres días no hubo desmentido de las autoridades, hasta que el propio presidente ruso trató de minimizar lo ocurrido a Navalny, afirmando que era un instrumento de la CIA y que era normal que lo siguiera el FSB, pero no había motivos para matarlo y, entre risas, dio a entender que de querer hacerlo lo habrían hecho.
Hasta ahora nadie ha desmentido que la voz que se escucha en la grabación, dada a conocer este lunes, no es la de Kudriavtsev. Y si Navalny o quien haya sido alteró la conversación e intercaló la supuesta confirmación, el FSB tendrá que demostrarlo y ser más convincente que repetir que todo es una maniobra de la CIA para desacreditar a los servicios de seguridad rusos
, como anotó en un breve comunicado, a través de la agencia noticiosa TASS.