Aunque México cuenta con regiones aptas para desarrollar hasta un millón 200 mil hectáreas de hule natural, actualmente importa 80 por ciento de su consumo. Si se cultivaran esas tierras habría producto suficiente para abastecer la fabricación de llantas, guantes o materiales médicos, ahora muy demandados por el Covid-19.

Con la pandemia el precio del látex centrifugado (que se obtiene del hule) se ha mantenido en buen nivel, pues se usa para elaborar guantes de cirujano, catéteres y otros componentes para intubar pacientes. El consumo del producto aumentó aunque las llanteras cerraron por un periodo. En marzo, el hule granulado costaba de mil 100 a mil 200 dólares y desde que comenzó la crisis sanitaria a la fecha ha subido en promedio 30 por ciento.

Elías Ortiz Cervantes, especialista del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), precisó que se han identificado regiones del trópico húmedo y subhúmedo donde puede sembrarse.

El investigador del campo experimental El Palmar, en Veracruz, indicó que hay 29 mil 929 hectáreas en 41 municipios, de las cuales 25 mil 668 están en etapa productiva y aportan más de 36 mil toneladas al año.

Potencial

Los estados con mayor potencial para cultivar hule son Chiapas, con 470 mil hectáreas; Oaxaca, 220 mil; Veracruz, 402 mil; Tabasco, 100 mil, y Puebla, con sólo mil 400 hectáreas. Pero además está Jalisco, donde en 1997 se introdujeron clones y es factible plantar más de 55 mil hectáreas en la parte tropical y subtropical, señaló Agustín Rueda Sánchez, investigador del campo experimental Centro Altos de Jalisco del Inifap. Estudios del instituto en Nayarit indican que éste tiene más de 600 mil hectáreas cultivables.

Este cultivo es una oportunidad para los 7 mil productores del país –la mayor parte con menos de tres hectáreas–, porque México es deficitario y la industria comprará todo el hule que produzcan.

Al menos cuatro agroindustrias procesan hule granulado de buena calidad, principalmente para llantas; otras centrifugan látex para la industria de guantes, catéteres, adhesivos, globos o colchones, y pequeñas empresas de hule laminado para la industria del calzado, autopartes y mangueras, indicó Elías Ortiz.