Tokio. Mientras el Comité Organizador de Tokio 2020 confirmó que el recorrido de la antorcha olímpica iniciará el 25 de marzo, la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, sostuvo que no hay ninguna circunstancia que haga pensar que los Juegos Olímpicos, previstos finalmente en julio y agosto de 2021, puedan anularse, pese al aumento de las infecciones por coronavirus y el escepticismo de los japoneses.

Según Koike, el destino de los JO de Tokio tendría un impacto sobre las futuras justas olímpicas, en particular las de invierno de Pekín 2022 y de verano de París 2024.

La gobernadora reconoció que una mayoría de la población japonesa se sigue oponiendo a la organización de los juegos en 2021, pero se declaró convencida de que estas inquietudes serán pronto superadas.

El público japonés y los habitantes de Tokio tienen los ojos puestos en la situación actual. Nosotros miramos hacia el futuro, afirmó Koike.

Los ciudadanos del mundo ven los juegos de Tokio como símbolo de que la humanidad habrá vencido al coronavirus, que conducirá a los juegos de invierno de Pekín y después a los de París, dijo.

Si Tokio no hace los esfuerzos posibles para luchar contra el coronavirus, ¿qué pasará con París dentro de cuatro años? Pienso que debemos primero hacer de Tokio un éxito. En caso contrario, tendrá un serio impacto sobre París, añadió.

Pero la opinión pública japonesa parece lejana respecto al tono confiado y optimista del Comité Olímpico Internacional (COI) y los organizadores de Tokio 2020.

Un sondeo publicado el martes por la cadena de televisión pública NHK reveló que sólo 27 por ciento de las personas interrogadas era favorable a la celebración de los juegos en 2021, mientras 32 desea su anulación y 31 por ciento prefiere un nuevo aplazamiento.

Koike piensa que eso cambiará: Estoy convencida de que la gente rencontrará la esperanza, una vez que las medidas contra el coronavirus sean firmemente aplicadas, declaró.