Entre 2005 y 2016 desaparecieron cinco aerolíneas mexicanas por problemas financieros, de acuerdo con datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Una de ellas fue Mexicana de Aviación, declarada en quiebra en abril de 2014, luego de un proceso de cuatro años desde que cesó operaciones en agosto de 2010.

En la actualidad, Interjet enfrenta adeudos con el Sistema de Administración Tributaria (SAT), dejó de pagar nómina y vales de despensa a sus trabajadores hace seis quincenas, así como liquidaciones para el personal despedido.

Fernando Gómez Suárez, analista del sector aéreo, considera que Interjet debe saldar sus deudas con proveedores de turbosina y arrendatarios de aviones sin dejar de lado el pago de salarios a su base laboral para evitar una posible quiebra. “Tendrá que recuperar los aviones para ofrecer vuelos y cubrir las rutas nacionales e internacionales que está desatendiendo, ya que sólo está operando cuatro aeronaves.

Lo más importante es que pague a sus trabajadores, quienes han hecho un gran sacrificio de esperar el incumplimiento de sus salarios y han negociado el contrato laboral para reducir 50 por ciento su sueldo. Estos tres factores son fundamentales para que la aerolínea salga adelante. Sin embargo, la empresa tiene parada la capitalización de 150 millones de dólares.

De acuerdo con la Agencia Federal de Aviación Civil, la composición del servicio doméstico ha cambiado profundamente en 10 años. Aerolíneas que en 2008 tenían 40.5 por ciento del mercado hoy no existen, como Grupo Mexicana, Aviacsa, Aerolíneas Mesoamericanas, Avolar y Aerocalifornia; esta participación se repartió entre las empresas nacionales restantes y otras de reciente creación.

Hace 12 años Interjet empezó a despegar desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con los horarios que correspondían a Aerocalifornia, luego de que la SCT la sacara del aire por tener adeudos con el SAT.

Ante el problema económico que arrastra Interjet desde hace semanas, la sección 15 de la Confederación de Trabajadores de México, que representa a sus empleados, pidió al gobierno que requise la empresa conforme lo establece el artículo 83 de la Ley de Aviación Civil.

Para Gómez Suárez esto es inviable. No es factible rescatar empresas que posiblemente han tenido una mala administración sumado a la situación a la crisis generada por la emergencia sanitaria del Covid-19. El futuro de Interjet es incierto, ojalá lograra preservar las fuentes de empleo, pero no es a través de un rescate del Estado porque tendría que haber piso parejo y hacer lo mismo con aerolíneas nacionales en esa situación.