os banqueros que operan en el país, por medio de su cabeza visible Luis Niño de Rivera, presidente de la asociación respectiva, aseguran estar 100 por ciento a favor del acuerdo tripartito en materia de outsourcing que el pasado miércoles firmaron, en un acto conciliador (AMLO dixit), el gobierno federal, la cúpula empresarial y los líderes obreros, cuyo contenido los obligaría a regularizar sus plantillas laborales en el esquema de subcontratación, un mecanismo muy eficiente y valioso para las instituciones financieras, siempre y cuando haya cumplimiento cabal de compromisos fiscales y laborales, según palabras del dirigente gremial.

Pues bien, ese mecanismo muy eficiente y valioso, que hace inmensamente feliz (y ricos) a los bancos, ni lejanamente es compartido por aquellos trabajadores del sector que han sido contratados por el sistema financiero bajo ese esquema, porque el outsourcing “se ha vuelto completamente pernicioso y no es más que una nueva forma de esclavitud que por muchos años se ha considerado ‘legítimo’ o generalmente aceptable”.

Lo anterior es denunciado a México SA por un trabajador activo de BBVA, una de las trasnacionales financieras que de México han hecho su paraíso, quien junto con miles más son víctimas del outsourcing, esa fruta podrida del neoliberalismo que, por lo visto, permanecerá intocada.

Se reproduce tal cual (por obvias razones se omite el nombre del autor), pues da puntual cuenta de cómo se manejan las relaciones laborales en dicha trasnacional financiera y se repiten en todos los bancos que operan en el país.

“Efectivamente, las personas ‘internas’, las contratadas directamente por el banco, no forman parte todas de una misma sociedad anónima registrada ante la autoridad: están subdividida en varias sociedades. Lo que se sabe es que en las nuevas sociedades ya no existen o están disminuidas las prestaciones que la original ofrecía. La ‘restructuración administrativa’ es sinónimo de más ganancias para el grupo español a costa de una menor cantidad de prestaciones.

“Por otro lado están los trabajadores ‘externos’, en esquemas de outsourcing. Estos esquemas han dado lugar a una serie de situaciones deplorables. Por mencionar algunas: hay ‘internos’ que tratan a sus subordinados ‘externos’ como pura mano de obra, no se responsabilizan de su cargo, lo pesado del trabajo lo ‘delegan’ a los subordinados ‘externos’ y no se comprometen; las empresas de outsourcing, aun siendo para trabajos especializados, le cobran una cantidad al banco de la cual se pueden quedar con la mitad o hasta con dos terceras partes del monto total, quedando el resto para el trabajador subcontratado; es posible encontrar casos en los que el trabajador subcontratado perciba una tercera parte de lo que el banco paga por esa persona.

“Por si lo anterior fuera poco, como elbanco paga una cantidad entonces le exige al trabajador subcontratado por esa cantidad, mientras al trabajador ‘externo’ solamente se le retribuye la mitad o la tercera parte de lo que se le está exigiendo; aún más, la empresa de outsourcing muchas veces no reconoce o no compensa el esfuerzo del trabajador subcontratado. Esto explica muy bien por qué en México, aun cuando se trabaja mucho, los salarios siguen siendo bajos en comparación con otros países de Latinoamérica.

“Las empresas de outsourcing suelen ‘vender’ como especialistas a personas que no lo son, con ello se desentienden de la capacitación para sus empleados nuevos. Hay líderes de empresas de outsourcing que gestionan a los equipos ‘externos’ con mucha discrecionalidad, es decir, pactan con el banco una cantidad de personas en el equipo, pero terminan reduciendo dicha cantidad y las que quedan tienen que realizar el trabajo de dos o más personas. Espero que esta información pueda considerarla el Presidente de México para su toma de decisiones.”

Las rebanadas del pastel

He ahí una muestra de qué tan efectivo les resulta a los banqueros ese mecanismo muy eficiente y valioso, el cual, según su dicho, debe continuar. Y sólo es un ejemplo, pues dicha práctica se ha extendido como la humedad.

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