Sólidos nexos
ólidos nexos de 130 años de amistad, respeto y cooperación, a partir de sus coincidencias en materia de política exterior, conmemoraron ayer México y Rusia, desde que el 11 de diciembre de 1890 establecieron relaciones diplomáticas.
A lo largo de ese siglo y tres decenios de vínculos, primero con la Rusia zarista, después con la Unión Soviética y ahora con la Federación Rusa, México ha tenido numerosos embajadores de lujo tanto de origen político como de carrera. Imposible mencionarlos a todos en un espacio tan reducido, pero para que el lector se forme una idea, presentaron cartas credenciales a Iosif Stalin personajes como Basilio Vadillo o Jesús Silva Herzog, mientras durante el duro periodo de la Segunda Guerra Mundial nos representaron en Moscú intelectuales de la talla de Luis Quintanilla y Narciso Bassols.
En los primeros años de la posguerra, estuvieron al frente de la legación notables diplomáticos de carrera, como Luciano Joublanc Rojas y Alfonso de Rozensweig Díaz; en la etapa de Nikita Jruschov tuvimos embajadores eméritos como Ernesto Madero, y en el periodo de Leonid Brezhnev, destacadas figuras como José Iturriaga, Carlos Zapata Vela, Víctor Flores Olea y Antonio Carrillo Flores. A Horacio Flores de la Peña le tocó informar a la cancillería mexicana de la llegada al poder de Mijail Gorbachov con su perestroika y glasnost.
Para fortuna de México aún aportan su amplia experiencia y conocimientos ex embajadores en Moscú –unos ya retirados de la diplomacia y otros todavía en activo–, que sin duda contribuyeron a fortalecer la relación bilateral: Rogelio Martínez Aguilar, Juan José Bremer, Carlos Tello Macías, Luciano Joublanc Rivas, Alfonso Pérez Bravo y Rubén Beltrán.
En la actualidad, y desde hace tres años, Norma Pensado –la primera mujer en la historia de nuestros nexos en encabezar la embajada en Moscú–, siempre con los ocho principios constitucionales que norman nuestra política exterior en mente, pone su entusiasmo y mejor esfuerzo para impulsar la relación con Rusia.
Sirva esta columna como sentido homenaje a todos los que, en algún periodo de la añeja historia de vínculos diplomáticos entre ambas naciones, han estado al frente de la embajada de México en Rusia. En estos tiempos de pandemia, con poco que celebrar, ¡enhorabuena por el aniversario 130!