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Los Boy Scouts, al cobijo de la ultraderecha

N

unca imaginó Robert Baden-Powell (1857-1941) que el campamento que comenzó en agosto de 1907 con 20 jóvenes en la Isla Brownsea, Inglaterra, se transformaría en un movimiento, el de los Boy Scouts, con más de 40 millones de integrantes de 200 países.

Tampoco imaginó el condecorado militar que cobró negra fama por reprimir sangrientamente a los pueblos de África sojuzgados por el imperio británico, que la estatua erigida en su honor en la ciudad de Poole Quay sería retirada para evitar la derribara el movimiento antirracista inglés. Un retiro muy justificado, pues se comprobó que Baden-Powell fue un abierto simpatizante de Hitler y el fascismo, así como consumado racista.

En febrero pasado la organización que fundó se declaró en bancarrota en Estados Unidos para librarse de las miles de demandas entabladas en su contra. La razón: el abuso sexual cometido por unos 8 mil adultos dirigentes de los Boy Scouts contra cerca de 100 mil niños y jóvenes que pertenecían a dicha organización, reconocida oficialmente en 1916 por el Congreso estadunidense para promover el patriotismo, la valentía, la independencia y virtudes similares.

El Yunque y la Iglesia católica

En México, los grupos de ultraderecha controlan el movimiento scout, de manera destacada El Yunque, conformado por militantes del Partido Acción Nacional, y la Iglesia católica. Esta última por conducto de sus colegios y diversos grupos que patrocina.

En 1968 utilizaron sin éxito a los scouts contra el movimiento estudiantil, y lo han hecho por décadas en la lucha por impedir que se imparta en las escuelas la materia de educación sexual; también contra la despenalización del aborto y en campañas para desprestigiar a los héroes patrios que lucharon en pro del laicismo.

Durante el gobierno del ex presidente Vicente Fox y su esposa Marta Sahagún, recibieron dinero gracias al secretario particular del mandatario, Emilio Goicochea Luna, ex dirigente de los Boy Scouts. Otros conocidos panistas también ocuparon cargos en ese movimiento.

¿Hasta cuándo se ocultarán los abusos cometidos en México contra jóvenes scouts?