Jueves 3 de diciembre de 2020, p. 5
Londres. Reino Unido vislumbró ayer el inicio de un progresivo retorno a la normalidad al convertirse en el primer país occidental, por delante de Estados Unidos, en aprobar una vacuna contra el coronavirus, la desarrollada por la farmacéutica estadunidense Pfizer y el laboratorio alemán BioNTech, que estará disponible la próxima semana, lo que constituye un paso importante contra la pandemia.
La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios, encargada de conceder las licencias a los fármacos en Gran Bretaña, recomendó el uso de la vacuna tras revisar los resultados de los ensayos clínicos, que mostraron efectividad general de 95 por ciento. Pero el inyectable aún es experimental a falta de que concluyan las últimas pruebas.
El Departamento de Salud y Seguridad Social anunció en un comunicado que el medicamento estará disponible a partir de la próxima semana. El gobierno ha asegurado 40 millones de dosis del biológico; 10 millones serán distribuidas este mes.
Dada la necesidad de conservar el producto a muy baja temperatura (menos 70 grados Celsius), la campaña de vacunación –a cargo del Servicio Nacional de Salud– comenzará en los hospitales y se realizará con un orden de prioridad, que comenzará con residentes y trabajadores de geriátricos, personal médico y mayores de 80 años.
La agencia aseguró que pese a la rapidez de la aprobación, ésta se efectuó con todos los protocolos y sin precipitación. La Unión Europea criticó la veloz decisión con el argumento de que sus métodos de validación para estas vacunas son más exhaustivos.
Pfizer informó que comenzará a enviar de inmediato suministros limitados a Gran Bretaña, y se prepara para la distribución a mayor escala por si la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos autoriza su programa de vacación, algo que se espera ocurra a partir del próximo lunes.
El gobierno del primer ministro Boris Johnson considera que el voto en favor de la salida de la Unión Europea, el Brexit, permitió a Reino Unido acelerar la aprobación de esta campaña de vacunación.
Tras darse a conocer esta información, cientos de clientes con cubrebocas y cargados de bolsas abarrotaron los comercios del centro de Londres, sobre todo en los grandes almacenes Selfridges. Los 56 millones de habitantes de Inglaterra salieron de un segundo confinamiento; además, se permitió la reapertura de los comercios y los estadios deportivos, que pudieron recibir público limitado.