Miércoles 2 de diciembre de 2020, p. 37
Guadalajara, Jal., La comunidad indígena de Tonalá, reconocida el año pasado por las autoridades jaliscienses, obligadas por una recomendación de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, denunció que el ayuntamiento planea permitir la construcción de viviendas y comercios en el área natural protegida del Cerro de la Reina, sitio sagrado para los pueblos originarios.
En el cerro, además, desde la Colonia se realiza la Danza de los Tastoanes, que representa la resistencia contra la ocupación española.
El presidente de la comunidad indígena de Tonalá, que incluye a nueve pueblos originarios incluidos los nahuas, Rodolfo Pila Reyes, dijo que se ven obligados a proteger este lugar.
El territorio no es del gobierno municipal ni del estatal; es propiedad de la comunidad indígena y no tienen por qué decidir qué hacer aquí. Vamos a luchar como lucharon nuestros ancestros
, expuso.
Felipe Bernabé López, secretario de dicha comunidad, recordó que se les reconoció hace un año, pero han visto que sólo se trató de un acto de palabra, porque las autoridades municipales hacen lo que les da la gana
.
Alertan sobre riesgo de incendio
Las dos autoridades indígenas estuvieron acompañadas por miembros del Colectivo Defendamos el Cerro de la Reina, entre ellos Joel Chitica, quien señaló que, a pesar de los acuerdos firmados por el municipio de Tonalá, no cuidan el área natural protegida, pues se han plantado árboles pero éstos se han secado porque no hay quien los cuide.
Además, la yerba está creciendo y persiste el riesgo de un incendio como el de la semana pasada, que no alcanzó a tocar ningún árbol porque se apagó a tiempo. Hacemos un llamado a las autoridades para que se hagan cargo. Nosotros no somos suficientes, tampoco tenemos recursos. El gobierno ya se había comprometido a dar mantenimiento adecuado
, expresó Chitica.
Luis Ángel Morales Hernández, otro miembro de Defendamos El Cerro de la Reina, recordó que si bien la comunidad indígena de Tonalá fue reconocida apenas en 2019, desde 2016 el cerro fue declarado zona sagrada indígena por la Secretaría de Cultura de Jalisco.