Coincide con las transferencias sociales aplicadas por el gobierno
Martes 1º de diciembre de 2020, p. 29
Por primera ocasión en cinco años, la caída en el ingreso de los hogares fue revertida. En 2019, simultáneo a la ampliación de la política de transferencias monetarias directas a jóvenes becarios y estudiantes, a adultos mayores, entre otros programas sociales, la proporción del ingreso nacional aumentó en mayor medida para las familias frente a las empresas, gobiernos y bancos, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En 2015, las familias en el país concentraban 78 por ciento del ingreso nacional, el mayor nivel del que hay registro. Dicha proporción cayó en los tres años siguientes hasta llegar a 73.4 por ciento en 2018, exhibe el Sistema de Cuentas Nacionales por sector institucional.
Sólo hasta el año pasado se revirtió parcialmente esa pérdida en el ingreso de los hogares, al concentrar éstos 75.2 por ciento de lo recibido por los sectores institucionales de la economía, entre los que también se cuentan las empresas, los bancos, el gobierno y las instituciones sin fines de lucro.
El ingreso disponible bruto (IDB) es el valor de los ingresos percibidos por los distintos sectores institucionales al participar en procesos productivos o debido a transacciones de un agente a otro –por ejemplo, del gobierno a hogares o a empresas–, así como transferencias netas corrientes con el exterior.
Por su magnitud, los hogares concentran la mayor parte del IDB en el país. Dicha participación había venido a la baja, pero el año pasado aumentó 1.8 por ciento respecto de lo registrado en 2018; mientras el de los bancos lo hizo en 1.5 por ciento; el de las instituciones sin fines de lucro no varió y el de las empresas y gobierno cayó 1.6 y 1.8 por ciento, respectivamente.
Esto quiere decir que en el contexto de una caída de 0.3 por ciento en la actividad económica, que fue la registrada en 2019, y la cual coincidió con la política de transferencias monetarias a través de diversos programas sociales, se redujo el ingreso en las empresas y el gobierno; mientras los bancos aumentaron en su participación del ingreso, lo mismo que los hogares.
Esta información del Sistema de Cuentas Nacional sólo exhibe que hubo un aumento de las familias en la participación del ingreso nacional y, por ende, en la redistribución entre los sectores institucionales de la economía, aunque no permite ver si como tal hubo un aumento en el ingreso promedio de los hogares ni a qué índice de la población llegó.
Al mismo tiempo, los datos del Inegi muestran que la formación de infraestructura y adquisición de maquinaria y equipo para el proceso productivo tuvo su mayor caída en cuatro años. Mientras en 2016 implicó 22.6 por ciento, como proporción del PIB, el año pasado cayó a 20.7 por ciento.
Las empresas implican la mitad de la formación bruta de capital fijo en el país. De 2018 a 2019, su inversión cayó 1.1 por ciento y, pese a su peso menor, también lo hizo la del gobierno y hogares en 0.2 y 0.1 por ciento, respectivamente.