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Los ídolos deportivos rara vez son ejemplos morales: Beristáin
 
Periódico La Jornada
Lunes 30 de noviembre de 2020, p. 5

Mike Tyson fue el peor hombre sobre el cuadrilátero. Un monstruo que construyó y alimentó en los años 80 y 90. Lo reconoció y se arrepintió. Volvió tres lustros después de su última pelea para una exhibición en Los Ángeles, ante otro peleador retirado, Roy Jones. Se mostró como un boxeador distinto: sobre el ring aún es un animal feroz, pero abajo es amable y hasta bonachón.

A Mike Tyson se le ve en el rostro el sufrimiento y las marcas de la vida desordenada que llevó, indica el mánager mexicano Ignacio Beristáin; en sus mejores años fue un salvaje, un hombre prepotente que no se tocaba el corazón para agredir y hacer lo que quisiera.

Beristáin sostiene que las estrellas del deporte rara vez son ejemplos morales, como ocurrió con Diego Armando Maradona, sino seres excepcionales en lo que hacen.

Muchos crecen en condiciones muy difíciles y tienen personalidades muy complicadas, comenta; Tyson era malo, de verdad. Las estrellas pueden tener sus aspectos negativos, pero sobresalen en una actividad que seduce a la gente y por eso los recuerdan. Esa es la razón por la que millones estuvieron al pendiente del regreso de Tyson y ganó 10 millones de dólares. Algo entre morbo y admiración.

Tragedia y cambio

Beristáin recuerda al Tyson encumbrado, prepotente y amenazador con el que coincidió en varios momentos. El convicto por violación y temido arriba y abajo del cuadrilátero. Y también al Tyson abatido por la muerte trágica de su hija.

Recuerdo también una conferencia después de la muerte accidental de su hija pequeña. Creo que después de esa tragedia, Tyson fue otro muy distinto, el dolor le afectó profundamente, agrega.

En tanto, el ex campeón Daniel Zaragoza considera que lo que se vio la noche del sábado en el regreso al cuadrilátero de Tyson fue un éxito porque apela a la nostalgia. Y un peleador que vivió del miedo que ejercía en los demás, pero tratando de borrar su pasado.

Creo que después de vivir de ser el hombre más temido, hoy se arrepiente de ese personaje, comenta Zaragoza; Tyson pareciera un hombre arrepentido del Tyson del pasado.