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Canciller cubano exige a EU freno a la injerencia en los asuntos de la isla
 
Periódico La Jornada
Jueves 26 de noviembre de 2020, p. 39

La Habana. El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, acusó ayer al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, de mentir cuando asegura que su país apoya al pueblo cubano, y le exigió que cese su injerencia en los asuntos internos de la isla.

El secretario Pompeo miente. Su gobierno se ha empeñado en agredir al pueblo cubano por todas las vías concebibles. Wa-shington debe cesar y desistir de la injerencia en los asuntos internos de Cuba, tuiteó el jefe de la diplomacia de la isla.

Pompeo pidió la liberación de Denis Solís, condenado en La Habana a ocho meses de prisión por el delito de desacato. Instamos al régimen cubano a que cese el hostigamiento a los manifestantes del Movimiento San Isidro y libere al músico Denis Solís, quien fue injustamente sentenciado a ocho meses de prisión. La libertad de expresión es un derecho humano. Estados Unidos apoya al pueblo de Cuba, tuiteó Pompeo.

Desde hace seis días integrantes del Movimiento San Isidro, grupo opositor no reconocido por La Habana, se declararon en huelga de hambre para exigir la excarcelación de Solís.

El músico publicó el pasado día 6 un video en Facebook, en el cual insulta a un capitán de la policía que lo visitó y a quien expulsó de su casa, profirió ofensas contra el ex presidente Raúl Castro con duras palabras de carácter homofóbico, y aseguró apoyar a su presidente Donald Trump.

Los huelguistas reclaman además el cierre de las tiendas que venden productos en monedas fuertes extranjeras, medida aplicada recientemente por las autoridades para captar divisas y paliar la crisis económica por la que atraviesa la isla, endurecida por la pandemia del Covid-19 y las más recientes sanciones impuestas por Washington.

En un video dado a conocer el día 22 por el portal Razones de Cuba, Solís aparece durante un interrogatorio donde reconoce que mantenía vínculos con un cubano residente en Estados Unidos, José Luis Fernández Figuera, acusado por las autoridades de la isla de terrorismo y sabotaje, quien le encargó cumplir tareas dentro de Cuba a cambio de 200 dólares, entre ellas acciones subversivas y de desobediencia civil.