Persecución a opositores
Lunes 23 de noviembre de 2020, p. 39
Zacatecas, Zac., Los habitantes de la comunidad de Salaverna, municipio de Mazapil, cumplieron 12 años de lucha contra la mina Tayahua-Guerrero, filial de Grupo Frisco, cuyo dueño, Carlos Slim Helú, cambiará su forma de explotación de subterránea a cielo abierto, lo que desaparecerá este poblado, ubicado encima de un rico yacimiento de cobre.
Ante la presión de la minera –en contubernio con las autoridades municipal y estatal–, muchas familias han abandonado Salaverna; sus casas fueron demolidas inmediatamente, al igual que la iglesia, la primaria y un kínder.
A unas 40 familias les ofrecieron mudarse a casas en comodato situadas a cinco kilómetros: Nuevo Salaverna, una colonia similar a las de interés social construida por la minera, pero sin tierras para sembrar ni para tener animales.
Un grupo de vecinos, encabezados por el delegado municipal Roberto de la Rosa (quien recuperó de entre los escombros de la escuela una bandera nacional hecha jirones y varios libros, entre ellos uno de historia de México), se resisten a que su pueblo desaparezca y han librado una lucha sin precedente en la historia reciente de Zacatecas.
Minera Tayahua-Guerrero no ha podido derrotar a los lugareños en tribunales porque éstos demostraron ser posesionarios legales de sus casas y parcelas en una zona declarada reserva nacional, por el gobierno federal, aunque Slim y sus abogados aseguran que la concesión, concedida inicialmente para una mina subterránea, ahora abarca toda la zona.
Campaña terrorista
Al no poder expulsar por la vía legal a los habitantes de Salaverna, en 2017 la minera emprendió –como denunciaron los afectados, incluso ante la Secretaría de la Defensa Nacional– una campaña terrorista
, pues comenzaron a realizar detonaciones con dinamita a poca profundidad, lo que ha fracturado casas y caminos.
Así obligaron a huir a 30 familias. Al mismo tiempo, personal de Protección Civil y policías de Zacatecas acudieron a cada casa y conminaron a los residentes a salir por su propio bien
.
Les advirtieron que había grave riesgo de hundimientos por una falla geológica
. Los inconformes rechazaron esta versión, pues más de 500 mineros de Grupo Frisco siguen explotando cobre en el subsuelo de Salaverna.
Hoy quedan apenas nueve viviendas cuyos habitantes libran una pelea que parece perdida, porque la minera continúa realizando obras de infraestructura para la mina-, mientras las autoridades de los tres niveles de gobierno callan.
Sobre la expectativa que se generó entre los vecinos de Salaverna con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia para que detuviera el proyecto –autorizado por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales en 2013–, junto a su milpa Roberto de la Rosa recordó al mandatario: La agricultura debe ser reconocida como actividad esencial, por encima de la minería, que es depredadora y nociva con la naturaleza, mientras el alimento todos lo necesitamos
.
En entrevista, recuerda que a él y a su hijo Cuauhtémoc (quien fue empleado de la mina y al igual que a otros trabajadores lo despidieron por no dejar su casa en Salaverna), fueron denunciados ante la Fiscalía General de Justicia de Zacatecas por Grupo Frisco, que los acusa de despojo y lo que resulte
.
“Mi muchacho y yo tenemos carpetas de investigación porque hemos defendido de la invasión de nuestras tierras, consistente en la construcción de cercos perimetrales, sistemas de ventilación industrial.
Cuauhtémoc de la Rosa recordó que hace cinco años lo despidieron de la mina, donde era soldador y mecánico, sin indemnización.
Nunca fuimos consultados para saber si estábamos de acuerdo con las obras y con que se hiciera la mina a cielo abierto. La consulta libre e informada está en la Constitución, y Carlos Slim lo violó, porque sabían que no íbamos a aceptar.