"La Jornada del Campo"
Número 158 Suplemento Informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver
INFIERNOS AMBIENTALES
Plantíos de plátano y cebollín. Se muestra el color amarillento de las plantas y el raquítco crecimiento que antecede a su muerte, tanto en hortalizas como en otro tipo de cultivos. Cortesía: Julisa Hernández GijónPlantíos de plátano y cebollín. Se muestra el color amarillento de las plantas y el raquítco crecimiento que antecede a su muerte, tanto en hortalizas como en otro tipo de cultivos.Cortesía: Julisa Hernández Gijón

100 años de olvido en políticas socioambientales y de salud

Isaúl Rodríguez Mérales y Lorenzo Bozada Robles Ecología y Desarrollo Sostenible en Coatzacoalcos A.C. - Asociación de Productores Ecologistas Tatexco (APETAC) de Ixhuatlán del Sureste - Organización Pesquera de la Boca del Uxpanapa, Río Coatzacoalcos

El istmo veracruzano es una de las zonas más pobres de México, a pesar de su potencial económico y el desarrollo de la industria petrolera. Ha tenido un gran retroceso en materia de inversiones y su población ha disminuido de manera drástica, en contraste con otras regiones del estado de Veracruz, convirtiéndose en exportadora de mano de obra industrial y agrícola. Por otra parte, la línea de comunicación interoceánica que se mantiene, nunca ha podido desarrollar todo su potencial; tampoco ha funcionado como transportadora de bienes, lo que frena el desarrollo económico de los municipios veracruzanos y oaxaqueños cercanos.

Recientemente se presentó el proyecto “Corredor Interoceánico del Istmo entre los puertos de Salina Cruz, Oaxaca y Coatzacoalcos, Veracruz”; sin embargo, las comunidades locales desconocen sus características y alcances; las consultas realizadas con los pueblos indígenas, dejan mucho que desear. Los pobladores del Istmo veracruzano cuestionan: ¿puede el proyecto Corredor Interoceánico del Istmo, impulsar un desarrollo sostenible?, ¿cuál será el impacto sobre el Istmo de Tehuantepec y sus poblaciones? No es posible predecir el porvenir, pero nuestra historia, geografía y otras experiencias en el mundo nos invitan a reflexionar para no magnificar el infierno socioambiental y de salud en el que vivimos actualmente.

Se considera que el Sur de Veracruz (Sotavento veracruzano, Istmo veracruzano) es el espacio geográfico comprendido entre los ríos Papaloapan al noreste y Tonalá al sureste, abarcando la extensión total de Minatitlán, Las Choapas y Jáltipan. En esta región se encuentran loa parques industriales dedicados a la química y la petroquímica más importantes del país (Complejo Petroquímico Morelos, Complejo Petroquímico Cangrejera, Complejo Petroquímico Cosoleacaque y Refinería Gral. Lázaro Cárdenas), así como los antiguos centros de explotaciones de azufre, cercanos a Coatzacoalcos-Minatitlán.

Desde hace más de 100 años, la actividad industrial petrolera inició sus operaciones (1909), cuando el delta del Río Coatzacoalcos sufrió impactos por la construcción de la refinería, procesos de descarga y transporte de productos de origen petrolero. Además, amplias zonas pantanosas aledañas a los márgenes del río fueron utilizadas para arrojar desechos de hidrocarburos, como es el caso del pantano de Santa Alejandrina, cercano a Minatitlán.

Entre 1982 y 1988, el Centro de Ecodesarrollo (CECODES), efectuó un programa de investigación interdisciplinaria con las comunidades locales en la cuenca baja del río y áreas adyacentes. La intención fue obtener una visión global de los problemas ambientales y sociales del área identificada por la comunidad científica, como la más contaminada del Golfo de México. Se caracterizaron en la zona pantanosa los principales asentamientos humanos sin ningún servicio y se analizó el agua potable, altamente contaminada por bacterias coliformes. Desde entonces hemos expuesto la problemática ambiental y social que hasta el día de hoy no ha sido resuelta.

A tres décadas de esa investigación, el agua de consumo para los habitantes de la región es escasa y con la presencia de benceno, tolueno y xileno, un factor de riesgo en la generación de insuficiencia renal crónica en la población de Coatzacoalcos y Minatitlán. Adicionalmente, en estas zonas se carece de un sistema de tratamiento de aguas negras, las cuales son vertidas al Río Coatzacoalcos y al Golfo de México.

Desde entonces, la fotografía ambiental muestra registros de sedimentos con metales pesados como hierro, níquel, cobre, magnesio, cromo, cobalto, plomo y mercurio en especies de peces comerciales del Río Coatzacoalcos, Tonalá y Laguna del Ostión, que hoy siguen representando un peligro para la salud humana. También se determinó la presencia de hidrocarburos aromáticos policícliclos -considerados como altamente cancerígenos- en agua, sedimentos y fauna en los mismos ríos. Los estudios atmosféricos de la época registran precipitación ácida, formaldehido, metales pesados y partículas en la atmosfera. Además, las emisiones del complejo Cangrejera y Morelos e industria química privada en la zona, han liberado benceno, tolueno, xileno y compuestos orgánicos volátiles, así como los que despide la Refinería de Minatitlán, que llegan a los cuerpos de agua en la región.

Estudios realizados en 2006 en huevos de gallina de traspatio recolectados alrededor del complejo petroquímico de Pajaritos, en Coatzacoalcos, mostraron altos niveles de dioxinas, seis veces superior al límite de la Unión Europea y 1.5 veces mayor a los límites tolerados en Estados Unidos. También se encontró que los niveles de hexaclorobenceno y policlorobifenilos fueron 1.5 veces mayores que el límite establecido para la Unión Europea, así como elevadas concentraciones de éteres bifenilicos polibromados de 30.8 ng/g grasa, y de hexabromociclododecano de 90.8 ng/g grasa.

Posteriormente se encontró en los huevos presencia del insecticida organoclorado lindano de 2.20 ng/g grasa. Es posible que las concentraciones de dioxinas en la región de Coatzacoalcos pudieron haberse incrementado por la explosión de la Planta Petroquímica Mexicana de Vinil S.A. de C.V. Mexichem-Pemex (Clorados III), el 20 de abril de 2016.

Se conoce que las dioxinas cloradas son extremadamente tóxicas. Numerosos estudios epidemiológicos han revelado una variedad de efectos en la salud humana relacionados con la exposición a estas: enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, porfiria, endometriosis, menopausia precoz, alteración de la testosterona y las hormonas tiroideas, así como alteración a la respuesta del sistema inmune, entre otras.

En quienes habitan la zona se aprecian además impactos a la salud relacionados principalmente con: cáncer de mama, de páncreas, cánceres ováricos, hepáticos y de colón, próstata, leucemia mieloide y linfoma de Hodgkin. Hasta el momento, el sector salud no ha realizado un censo real de pacientes con estas enfermedades y con otras relacionadas a la contaminación atmosférica.

Además, en la subregión Coatzacoalcos existen seis fuentes industriales principales de contaminación por mercurio, una planta de cloro-álcali dentro del complejo petroquímico Pajaritos, los Complejos Petroquímicos La Cangrejera, José María Morelos y Siglo XXI, cerca de la ciudad de Coatzacoalcos, así como una refinería de petróleo en Minatitlán, Veracruz. La planta de producción de cloro-álcali se registra en Industrias Químicas del Istmo, S. A. de C. V. (IQUISA), que forma parte del grupo empresarial Cydsa. Comenzó la producción de cloro en 1968, con tecnología de células de mercurio. En 1981, Cloro de Tehuantepec (Mexichem) inició sus operaciones con mercurio, pero actualmente emplea celdas de diafragma y no libera mercurio en sus descargas.

El Convenio de Minamata, que fue ratificado por México y entró en vigor en agosto de 2017, en su artículo 12, señala que cada parte en el convenio “se esforzará” por desarrollar estrategias para identificar y evaluar los sitios contaminados con mercurio y sus compuestos. En muchos países, un cambio importante en industrias como la de IQUISA, debe requerir que la empresa presente un documento de Evaluación de Impacto Ambiental que detalle la ubicación y concentración de cualquier contaminación por mercurio en el sitio y fuera de éste. También deberá detallar cómo gestionarán el excedente de mercurio del antiguo proceso, que podría ascender a varios cientos de toneladas. El excedente de mercurio de las antiguas plantas de cloro-álcali está prohibido venderlo como producto básico a nivel nacional o internacional y debe ser “eliminado” por métodos ambientalmente racionales (generalmente solidificación y estabilización con azufre).

El infierno en el que han convertido a nuestra región, muestra que han pasado más de 100 años en los que la devastación ambiental y de salud es incuestionable. Por tanto, el Estado mexicano tiene la responsabilidad de efectuar las acciones necesarias para resolver los problemas de contaminación en el Río Coatzacoalcos con el fin de garantizarnos una vida digna y un medio ambiente sano. •