Aunque la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, señaló el miércoles que buscará que el edificio de República de Cuba 60 se convierta en un centro manejado tanto por este organismo como por los grupos feministas ocupantes, hasta el momento los mencionados colectivos no han recibido ninguna propuesta formal para ello.

La activista Erika Martínez, una de las participantes en la toma del inmueble, indicó en entrevista con La Jornada que, aunque representantes de la CNDH ya le habían hecho esa oferta de manera verbal hace algunas semanas, no se la han presentado oficialmente ni tampoco han sido respetuosos en su trato con las ocupantes.

Aunque antes nos habían comentado que (el edificio de Cuba 60) sería un centro donde seguiría trabajando la CNDH para darle seguimiento a temas de violencia contra mujeres y niños, y que trabajarían en conjunto con las colectivas, no se nos ha notificado nada por escrito, todo se quedó en el aire. Ya va a pasar un mes de que se me notificó de este proyecto y no hemos recibido nada de manera formal, dijo.

La mujer enfatizó: no podemos considerar nada mientras no cumplan con nuestra petición de erradicar la violencia hacia mujeres y niños, ¿y cómo veremos que están intentando hacerlo?, poniendo a trabajar a todas las instituciones y dándole rapidez a nuestras carpetas de investigación.

Erika Martínez –cuya hija menor de edad fue víctima de abuso sexual en 2017–, manifestó sus dudas sobre la seriedad de las propuestas de la CNDH, pues este organismo autónomo ya nos canceló tres veces las mesas de trabajo que teníamos y ahora ya están suspendidas en su totalidad. [...] Queremos que den muestras de querer trabajar y de tratarnos como lo que somos: algo serio.