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Afectaciones para 4.6 millones de personas

Emergen en Centroamérica los graves daños provocados por Iota

En Nicaragua, los perjuicios se calculan en 480 millones de dólares; 4 por ciento de su PIB

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▲ El presidente de Colombia, Iván Duque, pidió apoyo a Estados Unidos para agilizar con aviones de alta capacidad del Comando Sur el transporte de ayudas a la isla caribeña de Providencia, que fue devastada por Iota.Foto Afp
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▲ La localidad de La Lima, cerca de San Pedro Sula, Honduras. En las calles aún flotan restos de casas y construcciones que fueron destruidas por el paso de los fenómenos meteorológicos.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Viernes 20 de noviembre de 2020, p. 31

Tegucigalpa. El número de muertos por la tormenta Iota aumentaba lentamente en Centroamérica. Los equipos de emergencia continuaron ayer con las labores de búsqueda y rescate de personas en los deslaves provocados por las catastróficas lluvias que azotaron la región.

Balances preliminares gubernamentales, reportados por separado, dan cuenta de más de 40 muertos provocados por Iota: 18 en Nicaragua, 18 en Honduras, cinco en Guatemala, dos en el archipiélago colombiano de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, dos en Panamá y uno en El Salvador.

Iota azotó el lunes como huracán categoría 5 al archipiélago colombiano para desplazarse ya con categoría 4 a Nicaragua, dos semanas después de que el ciclón Eta golpeó la misma zona.

Ambos meteoros dejaron hasta ayer casi 200 muertos y 2.5 millones de afectados, pero se espera que estas cifras incrementen a medida que los rescatistas lleguen a las comunidades más aisladas.

Los gobiernos centroamericanos pidieron ayuda internacional para enfrentar la devastación, y en respuesta, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) pidió 42.6 millones de dólares para hacer frente a las necesidades humanitarias más urgentes de más de 646 mil personas, entre ellos 327 mil niños, para los albergues o zonas afectadas por Eta e Iota en Honduras, Nicaragua, Guatemala y Belice.

“Pensábamos que el huracán Eta era malo, pero Iota podría terminar siendo incluso peor para los niños de Centroamérica”, lamentó Bernt Aasen, director regional interino de la Unicef para América Latina y el Caribe.

Estimaciones preliminares del fondo revelan que tan sólo el paso de Eta afectó a al menos 4.6 millones de personas, incluidos 1.8 millones de niños, en siete países de Centroamérica.

En Nicaragua, unas 250 brigadas municipales se lanzaron a las calles a recoger escombros y árboles caídos en todo el país, con la ayuda de más de 450 equipos y maquinarias como camiones, retroexcavadoras y camiones de volteo.

Las unidades de rescate reanudaron la búsqueda de los cuerpos sepultados por un deslizamiento de tierra en la comunidad San Martín, en el macizo de Peñas de Blanca, en el norteño departamento de Matagalpa, donde se contabilizan nueve muertos, entre ellos seis niños.

Bilwi, la principal ciudad del Caribe nicaragüense, permanece aislada, sin agua ni luz y los alimentos comenzaban a escasear, reportó Afp.

El ministro de Hacienda y Crédito Público de Nicaragua, Iván Acosta, informó que los daños son considerables y podrían estimarse entre 360 y 480 millones de dólares, es decir, entre 3 y 4 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país, equivalente a unos 12 mil millones de dólares.

La Unión Europea anunció que destinará 10 mil 7 millones de dólares a Nicaragua, la nación más afectada por Eta de un fondo fiduciario con múltiples donantes.

En Honduras, donde al menos 14 personas murieron por derrumbes en el departamento occidental de Lempira, las autoridades continuaron la búsqueda de más gente atrapada por aludes.

El norteño valle de Sula, la zona más productiva de Honduras, quedó inundado, pero comenzó a bajar el nivel del agua que cubrió casas y el aeropuerto de San Pedro Sula. Los aguaceros provocaron el desbordamiento de los caudalosos ríos Ulúa y Chamelecón, que convirtieron el valle de Sula en una inmensa laguna.

El titular de la Comisión Permanente de Contingencias, Jaime Omar Silva, alertó que Honduras permanece en alerta máxima debido a que se prevén más crecidas de los ríos y ha instado a la población de las zonas afectadas a abandonar sus hogares. Sé que la gente se aferra al menaje de su casa, pero lo primordial es salvar la vida, dijo, y pidió a la población no confiarse, reportó el diario hondureño La Prensa.

En Guatemala, varias comunidades quedaron inundadas y las lluvias destruyeron puentes y carreteras. Según la protección civil guatemalteca, Iota dejó cinco muertos, tres desaparecidos, 3 mil 558 personas albergadas y 2 mil 683 viviendas dañadas. Los ríos también han superado sus caudales, mientras las autoridades prevén que las lluvias persistan, informó el diario Prensa Libre.

En El Salvador, poco golpeado por los dos ciclones, 15 comunidades quedaron sin electricidad y hubo daños en el servicio de agua de nueve comunidades. Los derrumbes bloquearon además siete carreteras, según la comisionada presidencial, Carolina Recinos.

El presidente de Colombia, Iván Duque, pidió apoyo a Estados Unidos para agilizar con aviones de alta capacidad del Comando Sur el transporte de ayudas a la isla caribeña de Providencia, que fue devastada por Iota y a su paso dejó dos muertos.

En un foro a distancia organizado por el centro de estudios Diálogo Interamericano, con sede en Washington, Duque destacó que en el caso de la isla de San Andrés, a 92 kilómetros de Providencia, hay casas afectadas, pero puede manejarse atención específica y los impactos negativos sobre las estructuras.

En Panamá también se esperan lluvias intensas y el Sistema Nacional de Protección Civil informó que vigila la situación de los ríos en la provincia de Veraguas, donde tres han aumentado su caudal debido a las lluvias. Los puntos críticos se han elevado así a 94, según recoge el diario local La Prensa.