Prestadores de servicios para eventos sociales (sonideros, carperos, meseros y payasos), así como propietarios de salones de fiestas, de banquetes y antros marcharon ayer desde la escultura Cabeza de Coyote rumbo a la explanada Unión de Fuerzas del palacio municipal de Nezahualcóyotl, estado de México, para exigir que los dejen trabajar luego de nueve meses de restricción debido a la pandemia de Covid-19.

Nosotros también necesitamos llevar sustento a nuestras familias, dijo uno de los que encabezaban la protesta, a la que acudieron unas 80 personas, mientras caminaban por la avenida Adolfo López Mateos.

Los manifestantes demandaron a los tres niveles de gobierno reactivar este sector para pagar deudas, impuestos y llevar sustento a la familia.

Recordaron que a mediados de marzo fueron notificados de la suspensión de actividades y lo entendieron, pero ya llevan casi un año sin poder reabrir salones de fiesta, de banquetes y bares.

Ya en la alcaldía, adonde llegaron alrededor de las 11:30 horas, un representante del ayuntamiento se comprometió a recibirlos este jueves para estudiar su propuesta de reapertura parcial de sus negocios con medidas sanitarias.

Artesanos de Amanalco, a la espera de compradores

Otro sector afectado son los artesanos de San Jerónimo Amanalco, municipio de Texcoco, quienes elaboran figuras de varas, entre ellas árboles navideños, cestos, conejos, venados, hormigas y burros. La pandemia, aseguran, provocó que sus ventas se desplomaran 90 por ciento.

Lauro Lazcano, de 40 años de edad, originario de Amanalco, se dedica a esta actividad por herencia desde hace más de 25 años. Ahora nada más estamos entregando 10 por ciento de nuestra mercancía. Hubo meses en que no trabajamos.

Explicó que han generado empleos para habitantes de esta localidad, pero debido a la falta de ingresos enviaron a descansar al personal, que desde muy temprano se interna en la montaña para conseguir varas. La verdad, vivimos al día, señaló.