En el dictamen que se discutirá esta semana en el Senado para regular la mariguana no se incluye al cáñamo, por lo cual el presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Raúl Bolaños Cacho Cué, pidió que ese material se legisle de manera distinta. Expuso los beneficios de ese cultivo en el ámbito social, económico, industrial, ambiental, así como medicinal, y agregó que la fibra y aceites de esta planta permiten desarrollar más de 25 mil productos que sustituyen a derivados del petróleo.

Legisladores y especialistas hicieron un llamado para que esa planta que pertenece al conjunto familiar de las cannabáceas pueda ser regulada de manera diferente a la mariguana, a efecto de impulsar y aprovechar de forma correcta una industria relacionada.

En la conferencia virtual Cáñamo y cannabis: Una regulación social, ambiental y mundial, organizado por el parlamentario del PVEM Bolaños Cacho, varios especialistas señalaron que regular igual sería un error que pondría a México en una situación de desventaja con otros países.

Raúl Héctor Elizalde Garza, director ejecutivo de HempMeds Estados Unidos, destacó el crecimiento que tiene el mercado del cáñamo en el mundo, por lo que es indispensable que se cree un marco legal específico.

Recordó que esta cannabácea tiene un nivel muy bajo del componente sicoactivo tetrahidrocannabinol, mientras la mariguana tiene alto contenido.

En su participación, el director de Heavengrown, Stephen Clarke, aseveró que en la próxima regulación se deben resaltar los beneficios del cáñamo, que permite elaborar productos para la construcción, hacer alimentos y medicamentos pero, desafortunadamente, tenemos que importar los materiales que pudieran hacerse en México, ya que si los sembramos aquí nos convertiríamos en narcotraficantes, recordó.

Oportunidad de desarrollo

Precisó que dejar al cáñamo a un lado y tener una regulación que no sea abierta elimina la posibilidad a la gente del campo de sembrarlo, y con ello desaparece la alternativa para crear comunidades autosuficientes que podrían sembrar sus alimentos, obtener materiales para productos comerciales y sus medicinas.

Por otra parte, el senador Juan Zepeda propuso modificar la Ley General de Salud y el Código Penal federal para que el cáñamo no sea considerado estupefaciente y que su siembra, cultivo, cosecha, transporte y comercialización no sean penalizados cuando esas actividades se realicen con fines médicos, científicos, industriales y comerciales. Mediante una iniciativa, el legislador de MC planteó que tampoco se castigue a productores de la planta cuando su contenido de tetrahidrocannabinol (sustancia sicoactiva) sea menor o igual a 0.5 por ciento, verificable por la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris).

Zepeda aludió que el órgano regulador certificaría los productos médicos, industriales y científicos que se desarrollen y se comercialicen, por conducto del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios.