Pablo Benlliure Bilbao, actual funcionario de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y ex directivo de una empresa inmobiliaria, fue elegido como nuevo titular del Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva.

La decisión de diputados locales fue criticada por agrupaciones de vecinos, quienes afirmaron que Benlliure tiene conflicto de interés con empresas de bienes raíces.

De hecho en su currículum informa que de 2001 a 2009 fungió como subdirector de planeación urbana y análisis de mercado de Desarrolladora Metropolitana SA, de los 10 principales desarrolladores de vivienda en el país y número uno en la Ciudad de México.

Al respecto, Mónica Tapia del colectivo Ruta Cívica expresó que la elección de Benlliure no fue una sorpresa, pues los dados estaban cargados a su favor desde la creación de la Ley de Planeación.

Criticó que el dictamen se haya resuelto en la Comisión de Normatividad a cargo del morenista Alberto Martínez Urincho y no en la Comisión de Planeación que es la que cuenta con las facultades.

El dictamen trae una supuesta cédula, con ninguna justificación, diciendo que no hay conflicto de interés de Pablo Benlliure cuando él ha sido consultor inmobiliario, trabajó las normas 26, 30 y 31, por lo que es claro que tiene comprometida su objetividad como funcionario.

En las cédulas de evaluación, Benlliure fue calificado con 100 puntos en los criterios de probidad e inexistencia de conflicto de interés y en el de solvencia laboral y profesional en materias relacionadas a la planeación, y obtuvo 99 puntos en aprobación académica en la materia de planeación del desarrollo.

Con un total de 299 puntos el funcionario venció a Antón Gracia Pedro Santiago que obtuvo 297, y a Armando Rosales García que fue calificado con 286.

El vicecoordinador del PRD, Jorge Gaviño, acusó que la designación de Benlliure fue por línea, y afirmó que la decisión es una burla pues se calificó del 0 al 100 la probidad y la solvencia académica y profesional cuando hay pruebas de lo contrario.