n los primeros tres trimestres (enero-septiembre) del año, los ingresos pre-supuestales del sector público federal ascendieron a 3.889 billones de pesos, 236 mil millones menos (-5.7%) de lo presupuestado para ese período; mientras que el gasto ejercido fue de 4.234 billones, cifra inferior en 310 mil millones (-6.8%) a lo presupuestado (Gráfico 1). La diferencia entre este ingreso y gasto arroja un déficit presupuestario de -344 mil millones que resulta, sin embargo, menor en 74 mil m al déficit presupuestado; restando a este déficit el superávit de 36 mil m obtenido por las entidades bajo control indirecto, el Balance Público queda en -308 mil millones. Sin incluir en el gasto el costo financiero de la deuda (487 mil millones de intereses básicamente), se obtiene un Balance Primario superavitario de 157 mil millones en el período, 68 mil 700 millones (78.2%) mejor a lo presupuestado.

Lograr buenos balances requirió, sin embargo, mejor captación y un poco de alquimia en los ingresos, y un tanto de recorte en los egresos. El colapso económico global llegó a derrumbar la demanda y los precios del petróleo, y en México la pérdida fiscal por ingresos petroleros en el período fue de -308 mil millones de pesos (-43.7%) abajo de lo presupuestado, cayendo además la captación tributaria del ISR en 65 mil m (-4.6%), del IVA en 46 mil m (-6.0%) y del IEPS en 44 mil m (-11.4%), deficientes que fueron parcialmente compensados con recursos no tributarios de diversos fondos (Gráfico 1, nota 2) por 243 mil m adicionales a lo presupuestado.

En el gasto, como contrapartida, la reducción mencionada de -310 mil millones respecto a lo presupuestado fue absorbida en forma generalizada y selectiva: los ramos autónomos recortaron -19 mil millones, los administrativos -9 mm, los generales -64 mm (incluyendo una reducción marginal de -12 mil m (-2.1%) en las Aportaciones Federales a los Estados y Municipios), Pemex y CFE recortaron -113 mm, y el IMSS e ISSSTE -23 mil millones (Gráfico 2). Así mismo, el gasto no programable se redujo en -107 mil millones incluyendo 82 mil m menos en las Participaciones (de los impuestos federales) a los estados y a la CDMX.

La inversión física total (construcciones y equipamiento) del sector público en el período enero-septiembre ascendió a 470 mil millones de pesos, 7.7% real más que en igual período de 2019. Para funciones de gobierno, básicamente seguridad, se invirtieron 19 mil m (-14.5% abajo de 2019); para desarrollo social (vivienda, educación, salud...) 174 mm (1.7% más), y para desarrollo económico (agro, energía, transporte,...) 277 mil millones (13.8% más).

La deuda formal bruta del sector público federal (sin incluir las obligaciones contingentes por pensiones) ascendió en total (interna y externa) a 12.930 billones de pesos, cifra 1.502 b superior al saldo de diciembre de 2019 por efecto básicamente de la caída del tipo de cambio (devaluación) del peso con el dólar; convertida a dólares la deuda total baja de 606 mil millones de dólares en diciembre 2019 a 576 mil millones en septiembre de 2020 (Gráfico 3). Comparada además con un PIB en contracción la deuda pasa aritméticamente del 46.3% del PIB en diciembre a 56.3 en septiembre. Hay ciertamente aumentos menores en la deuda interna (pesos) y externa (dólares) que corresponden a Pemex, CFE y/o a la Banca de Desarrollo.

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