Martes 27 de octubre de 2020, p. 4
Adán González Ochoa, alias El Azul, fue vinculado a proceso por delitos contra la salud, delincuencia organizada y portación ilegal de armas de fuego. Se trata del sucesor de José Antonio Yépez, El Marro, en el liderazgo del cártel Santa Rosa de Lima.
El ahora imputado y uno de sus cómplices, identificado como Israel N, fueron detenidos el pasado 14 de octubre en el fraccionamiento Galaxias del Parque, en Celaya, Guanajuato, cuando circulaban a bordo de un vehículo y pretendieron evadir un retén de la policía estatal.
La Fiscalía General de la República (FGR) informó que González Ochoa y su presunto cómplice fueron aprehendidos en posesión de un arma de fuego y 239 gramos de metanfetaminas, por lo cual fueron imputados por delitos del fuero federal.
Un juez de control calificó de legal la detención de los ahora imputados, les dictó el auto de vinculación a proceso y ordenó que ambos permanezcan bajo prisión oficiosa en el Centro Federal de Readaptación Social número uno El Altiplano, en Almoloya, Estado de México.
El Azul es señalado como el sucesor en el liderazgo del citado grupo delictivo, luego de que Yépez Ortiz fue detenido el 2 de agosto pasado en un operativo conjunto de la FGR, las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional y la fiscalía de Guanajuato.
Huchicoleros
El cártel Santa Rosa de Lima surgió en Guanajuato, aproximadamente en 2014, y prosperó gracias al robo de combustibles en los ductos de Petróleos Mexicanos que confluyen en la refinería de Salamanca.
Sin embargo, al iniciar los operativos federales contra el hurto de hidrocarburos, esta organización criminal extendió sus operaciones hacia el tráfico de drogas, la extorsión y el secuestro, lo que originó un conflicto territorial con el cártel Jalisco Nueva generación, que ocasionó una ola de enfrentamientos, lo cual colocó a Guanajuato como uno de los estados con más homicidios dolosos en el país.
La captura de El Marro hizo pensar que esta tendencia disminuiría, pero los enfrentamientos entre grupos delictivos, así como las pugnas por el liderazgo en el cártel Santa Rosa de Lima, han continuado.