El papa Francisco anunció ayer el nombramiento cardenalicio del obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Felipe Arizmendi Esquivel. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) celebró la noticia e informó que el birrete cardenalicio será entregado en el próximo consistorio del 28 de noviembre, en Roma.

Arizmendi Esquivel será el sexto cardenal que tenga el país, junto con el arzobispo primado de Mé-xico, Carlos Aguiar Retes; el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega; el arzobispo emérito de México, Norberto Rivera Carrera; el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, y el arzobispo emérito de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez.

El obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, de 80 años de edad, nació el primero de mayo de 1940 en el estado de México, estudió la licenciatura en teología dogmática en la Pontificia Universidad de Salamanca, España, se ordenó como sacerdote el 25 de agosto de 1963 y episcopal el 7 de marzo de 1991. También, fue obispo de Tapachula de 1991 a 2000.

El 3 de noviembre de 2017 le fue aceptada la renuncia por edad al gobierno eclesiástico de San Cristóbal de las Casas por el papa Francisco. En el Consejo Episcopal Latinoamericano fue secretario general (1999-2000) y responsable de la Sección de Pastoral indígena (2003-2007). En la CEM también ha tenido cargos al frente de la pastoral indígena y actualmente es responsable de la dimensión episcopal de Doctrina de la Fe (2018-2021).

El Centro Católico Multimedial expuso que para la Iglesia católica imponer el birrete cardenalicio implica una especialísima deferencia del pontífice a un obispo destacado. Indicó que los méritos del neocardenal podrían darse en esta consolidación de la pastoral indígena preponderantemente impulsada con don Samuel Ruiz García, obispo defensor de los derechos de los pueblos indígenas de México y de América Latina.