Ajunio de este año la población total del país ascendió a 127 millones de personas – cifra de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) del INEGI – de los cuales 96.3 millones tenían 15 años y más (Gráfico 1). De esta última población en edad estadística laboral, 64.4 millones constituían la PEA Población Económicamente Activa, y 31.9 m la No Económicamente Activa, según nuestra reclasificación (UNITE).

De la PEA (64.4 m), la pandemia redujo en junio la población ocupada a 48.3 millones (75.1%) y disparó la población desocupada a 16.0 millones (24.9% de la PEA).

Para precisar el empleo formal total del país (población ocupada con prestaciones de seguridad social) se utilizan las cifras del 2o Informe de Gobierno 2020, según las cuales el sector público tiene a junio 3 millones 194 mil personas empleadas; de ellas 2 millones 919 mil son servidores públicos civiles adscritos al ISSSTE, y 275 mil corresponden a las fuerzas armadas (214 mil 157 a Sedena y 61 mil 242 a Semar) y están adscritas al ISSFAM (Gráfico 2). Sí adicionamos a este empleo formal del sector público (3.2 millones) los trabajadores del sector privado inscritos en el IMSS (19.5 m) se obtiene que el empleo formal en México es a junio de 22 millones 694 mil personas.

La variación de los trabajadores registrados en el IMSS entre enero y septiembre de este fatídico año se presenta en Gráfico 3.

La estructura de la PEA se presenta en un diagrama totalizador a junio (Gráfico 4).

Inaplazable es potenciar toda labor productiva intensiva en trabajo humano, así como acordar/establecer pautas de menos automatización desplazante y más empleo, y también facilitar la formalización de la ocupación informal flexibilizando el acceso de ésta a la seguridad social

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