Tras hacerse acreedora al Premio Estatal de la Ciudad de México, Dulce Figueroa espera colaborar para que las disciplinas del frontón se visualicen y revaloren, pues considera que si bien son altamente practicadas en el país, algunas en cualquier parque o deportivo, no tienen el impulso ni reconocimiento suficientes y son grandes aportadoras para una mejor sociedad.

Falta mucho trabajo de parte de la Federación Internacional, la mexicana, los institutos de todos lados, para difundir estas disciplinas en ligas, por ejemplo el frontón a mano. Esta disciplina en general es un deporte muy completo, familiar, integrador, afirmó en entrevista la pelotari, medallista de oro en Juegos Panamericanos en paleta goma, y un inédito subcampeonato Mundial de Trinquete en Francia 2019.

De las 13 modalidades de frontón integradas en la pelota vasca, sólo en tres de ellas se han desarrollado competencias oficiales en ambas ramas, y Dulce es practicante de las tres femeniles: paleta goma, trinquete y frontenis, este último, un deporte creado en México y dominado enteramente por los tricolores en el plano mundial.

Es muy común en México que te inicies en el frontenis, como es mi caso, pero hasta ahora las oportunidades que he tenido de representar al país es en goma y trinquete; en frontenis aún no lo he logrado, aunque estoy activa en los circuitos nacionales, explicó la atleta, estudiante de pedagogía en la UNAM, entidad donde entrena, aunque representa a la Ciudad de México.

La atleta, quien había perdido por un solo voto el premio estatal en 2019, se mostró especialmente satisfecha, porque al recibir este año el galardón se hace de alguna manera justicia a los logros del año pasado, especialmente por haber llegado a la final mundial de trinquete, modalidad dominada por Francia, Argentina y España, celebrado en territorio galo. Integrante del equipo junto con Jimena Plásito y Paulina García, a Dulce le tocó encarar el partido definitivo con Laura Fuentes, y fueron superadas por las locales. Perdimos por mucha diferencia, admitió. “Ese partido fue un trago muy amargo y nos dejó la espinita de decir: ‘okey, dentro de cuatro años esta historia tiene que cambiar”.

A la pelotari de 24 años, la pandemia le cayó como anillo al dedo, pues aprovechó para tomar la decisión de una operación de rodilla que había sobrellevado hacía un año, y de la que ahora se encuentra en la última fase de rehabilitación, ya peloteando esporádicamente.

Este año está perdido para nuestro deporte, pero espero estar lista cuando se reactiven las competencias, en enero o febrero, confió Dulce.