México no será un país realmente democrático hasta que las mujeres tengan representatividad política igual a la de los hombres, sostuvo ayer la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

Al participar en el ciclo de conferencias Del derecho al voto al ejercicio del poder, organizado por el Museo de la Mujer de la UNAM, en homenaje a Griselda Álvarez, primera gobernadora en la historia de México, y en conmemoración del 67 aniversario del voto de la mujer en el país, Sánchez Cordero planteó que se han hecho avances en la igualdad de género, pero “apenas hemos dado los primeros pasos para que nuestra sociedad sea verdaderamente incluyente e igualitaria.

Tenemos derecho a votar y ser votadas, pero nuestra representación en los ámbitos de decisión sigue siendo escasa; tenemos acceso a la justicia, pero nuestro acceso real a los tribunales es precario, sobre todo si se trata de mujeres indígenas; la posibilidad de obtener respuesta favorable de las autoridades de procuración e impartición de justicia si padecemos violencia todavía es amenazada por concepciones estereotipadas de quiénes somos y cómo debemos comportarnos.

La historiadora Patricia Galeana, fundadora y directora del Museo de la Mujer, expuso que a 67 años del reconocimiento del derecho de la mujer al voto, hoy sólo hay dos gobernadoras y apenas 22 de por ciento de los presidencias municipales las ocupan ellas. Cambiar esto, además de que se conozca el marco jurídico y haya políticas públicas afirmativas y un sistema educativo para construir una nueva cultura, está muy lejos de lograrse, destacó.

Sánchez Cordero, ministra en retiro de la Corte, agregó que la historia de las mujeres en México ha sido estructuralmente olvidada, al considerarse que su forja ha sido secundaria a la de los varones.