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Regresar a competir, nada fácil

Después de ser mamá, me motiva seguir entre las mejores: Espinosa
 
Periódico La Jornada
Martes 20 de octubre de 2020, p. a12

Después de ser madre, recuperar su condición atlética y acoplarse a las necesidades de una hija pequeña, Paola Espinosa volvió a estar entre las mejores clavadistas del mundo. De modo que se sentía lista para competir por una medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. No tenía otro objetivo en mente.

Llegó la pandemia y con todo el caos que ha provocado, obligó a mover los Juegos en Tokio para 2021. Modificar el ritmo y la concentración fue un duro golpe que la clavadista necesitó digerir para volver a estar en pie de lucha.

Venía de ser mamá y descubrí que seguía siendo de las mejores del mundo, venía con mucho ritmo, aunque estaba estresada y cansada, sin ver a mi hija, pero ya estaba lista, cuenta la doble medallista olímpica.

Los primeros meses de la pandemia fueron de incertidumbre. El Comité Olímpico Internacional y los organizadores de los Juegos analizaban diversos escenarios, hasta que concluyeron que en este 2020 era imposible. En ese paréntesis, los atletas no encontraban cómo adaptarse al trastorno que vivía el mundo.

No podíamos parar de entrenar, porque no se sabía si sólo atrasarían los Juegos unos meses o hasta cuándo, comenta Paola; fue un cambio muy duro porque veníamos de trabajar muy intenso y con la mentalidad puesta en el verano. Mover planes no es nada fácil.

Espinosa llevaba una velocidad vertiginosa para competir en Tokio. Detenerse de pronto la dejó desconcertada. Sobre todo porque había logrado recuperar su pulso competitivo y estar entre las tres mejores del mundo tras la maternidad.

Regresar después de ser mamá fue muy difícil, relata; subí 14 kilos. Pensé que por ser atleta me iba a recuperar rápido, pero no fue así. Fue una alteración hormonal muy radical. Recuperar forma requirió mucho esfuerzo. Además, entrenar con una hija se volvió un reto, ahora duermo poco y debo estar al pendiente no sólo de mi evolución como deportista, sino también de mi responsabilidad como madre.

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▲ El apoyo del entrenador Iván Bautista es vital, indica la clavadista.Foto Jam Media

Retomar la vida profesional con el rigor de antes requiere un entorno amigable con la maternidad, tanto en el deporte como en todas las actividades, plantea Paola. Ahora, la clavadista forma parte del equipo del entrenador Iván Bautista, formador de varios medallistas olímpicos. Una decisión que le ayudó a equilibrar sus nuevas responsabilidades y su trabajo de alto rendimiento.

Para poder seguir como atleta y mamá se necesita un entrenador que te comprenda y yo tengo la fortuna de trabajar con Iván Bautista, explica; antes sólo me ocupaba de mi desarrollo. Ahora tengo mis otras responsabilidades personales, de pareja, en fin, se volvió más difícil, pero lo disfruto mucho y mi entrenador me ayuda mucho en lograr todo.

Una vez que asumió la inevitable realidad de esta época, que Tokio no será en 2020, sino en 2021, la bajacaliforniana mantiene el entusiasmo por los clavados y por pelear su lugar ante las mejores del mundo. Ya lo hizo, aclara, pero no puede quitar la mirada de la medalla olímpica.

Por todo eso que ha pasado en mi vida, no sólo tengo esperanza de Tokio el próximo año, sino también de ganar una medalla porque puedo, tengo la capacidad y la fuerza para conseguirla.