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Despertar en la IV República

Raza

E

l día de la Raza, que es la fiesta nacional de España fue observado en México hasta el siglo pasado. Durante la Revolución, se puso en duda que ese día pudiera festejarse. Sin embargo, tanto Carranza como Portes Gil lo consagraron.

Cerca de la celebración del 500 aniversario del descubrimiento de América se eliminó la glorificación de la invasión europea y se dijo con buen sentido que era el encuentro de dos ­civilizaciones.

Pero la tendencia a condenar la Conquista ha ido prosperando desde entonces y, lejos de considerar al 12 de octubre como celebrable, se ha ido volviendo una fecha nefasta. Una buena pregunta que podríamos hacernos es si ha subsistido la raza que fue de modo infame atacada por los españoles.

Si tomamos en cuenta que los indígenas que habitaban Mesoamérica eran cerca de 20 millones y que al final de la Colonia no quedaban más allá de 3 millones en muy malas condiciones, podemos hablar de explotación y genocidio. No habría nada que celebrar. Aunque en la historia humana no hay conquista ni invasión sin estos resultados negativos.

Los españoles trajeron: piojos, pulgas, ratas y pandemias que provocaron una enorme mortandad. Los indígenas no tenían defensas contra la viruela, el sarampión, la tos ferina, la gripe, la difteria ni el tifus.

Pero los españoles no fueron beneficiarios de las pestes, las padecieron en el sentido de que perdían mano de obra gratuita, que fue con lo que se fincó la Colonia.

Para ellos también fue un desastre la pérdida generalizada de las razas indígenas.

Así se creó una raza, combinación de indígenas, blancos, hispanos y negros. Esta masa, que fue al final de cuentas la población de la Nueva España y que la heredó el país, estaba dividida en estratos y castas.

No era una raza homogénea ni había una razón para sentirse orgullosa de ella, pero es nuestra raza, que ha demostrado laboriosidad, ingenio y una sensibilidad artística asombrosa.

A esa raza es a la que tendríamos que festejar. Es decir, nos deberíamos festejar a nosotros mismos.