La Paz., En un clima de alta tensión y en medio de una pandemia, los dos candidatos punteros a la presidencia de Bolivia intensificaron ayer sus campañas, a una semana de los comicios.

Largas caravanas de militantes recorrían las calles de las principales ciudades, y los candidatos encabezaban las columnas en sus reductos más importantes para asegurar el voto.

Salvador Romero, presidente del Tribunal Supremo Electoral, llamó a la tranquilidad ante los frecuentes choques callejeros que se han dado en los últimos días entre seguidores del ex ministro Luis Arce, del Movimiento al Socialsmo (MAS), partido del depuesto Evo Morales y quien marcha primero en las encuestas, y simpatizantes del ex presidente Carlos Mesa, de la alianza centrista Comunidad Ciudadana, segundo en las preferencias.

La Iglesia católica llamó a bajar el clima de confrontación.

Bolivia repetirá la elección debido a que fueron anulados los comicios del 20 de octubre del año pasado que ganó Morales, y que, sin prueba alguna, fueron calificados de fraudulentos por la oposición, lo que fue avalado por la Organización de Estados Americanos.

En medio de protestas impulsadas por la derecha y que dejaron 36 muertos, la cúpula militar conminó a Morales a renunciar el 10 de noviembre; el ex mandatario se encuentra refugiado en Argentina.

Con 20 por ciento de indecisos, los sondeos prevén que habrá segunda vuelta a realizarse a finales de noviembre.

Sin embargo,el ascenso del empresario y líder de ultraderecha Luis Fernando Camacho –promotor del golpe contra Morales– en los últimos días ha elevado el suspenso en las elecciones más disputadas desde el retorno de la democracia a Bolivia en 1982, según los analistas.

Arce, del MAS, tecnócrata y cerebro del éxito económico del gobierno de Morales, es el único candidato de izquierda. Mesa y Camacho se disputan el voto del centro y la derecha. En tanto, Jorge Tuto Quiroga, del partido Libre 21, anunció su retiro de la contienda ante sus muy reducidas posibilidades y para evitar que gane el MAS. Otros tres continúan sin la menor oportunidad.

El tribunal electoral amplió los horarios de votación y aumentó las mesas de sufragio para ayudar a prevenir contagios de Covid-19, en momentos en que la curva epidémica está en descenso. El Ministerio de Salud reportó el sábado 138 mil 463 casos confirmados y 8 mil 292 decesos.

Observadores internacionales de la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea y el Centro Carter han comenzado a llegar en menor número que el año pasado debido a la pandemia y tendrán desplazamientos limitados.

En otro orden, la presidenta de facto, Jeanine Áñez, rindió homenaje este fin de semana a los soldados bolivianos que asesinaron Ernesto Che Guevara y celebró la ejecución del mítico guerrillero hace 53 años, al señalar que el país sudamericano jamás permitirá ser sometido a una tiranía.

La celebración del régimen golpista, transmitida por la televisión estatal, contrastó con los homenajes al Che con que el ex presidente Morales recordó durante sus 14 años de gobierno la muerte de Guevara.