Entre julio de 2019 y el mismo mes de este año la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) atendió, por conducto del Cuerpo de Bomberos, 49 mil 712 emergencias relacionadas con incendios, fugas de gas, rescate y búsqueda de personas, derrame de sustancias y derrumbes e inundaciones, de los cuales 64 fueron considerados relevantes y unos 7 mil falsos avisos y alarmas.

Además, mediante el Programa de Atención y Coordinación de Emergencias, se atendieron con personal desplegado en las 16 demarcaciones 13 mil 309 llamadas, de las que mil 58 fueron falsas emergencias, mil 682 por fenómenos hidrometeorológicos, 219 de carácter geológico, 3 mil 295 de naturaleza químico-tecnológica como incendios, explosiones, fugas y derrames, 3 mil 776 relacionados con fenómenos socio-organizativos, es decir, concentraciones y movilizaciones, así como 250 por riesgos en construcciones.

El informe que la dependencia envió al Congreso capitalino antes de la comparecencia, hoy, de su titular, Myriam Urzúa Venegas, refiere, en el caso de la revisión de mercados públicos tras los incendios de 2019, que de los 329 que existen en la ciudad se visitaron 126 –entre éstos los 50 más concurridos–, 41 por ciento se registró de alto riesgo y el resto con riesgo medio.

Se evaluaron instalaciones eléctricas, de gas, agua y drenaje, así como rutas de evacuación y extintores. Se realizaron acciones inmediatas con la Comisión Federal de Electricidad para eliminar riesgos, como el retiro de más de mil 300 tomas ilícitas y se definieron acciones específicas y recomendaciones para cada uno.

En el caso del Atlas de Riesgo, señala que de 300 capas de información pública que tenía en 2018 se incrementó a mil 266, 92 son datos reservados, aumentó su acervo cartográfico y se incorporó una sección de ayuda con conceptos básicos y videotutoriales para facilitar su consulta.

Se actualizaron mapas de riesgo por lluvia extrema, granizo y tormenta eléctrica, inundación y por temperaturas altas y mínimas a nivel colonia, e informa que desarrolla una red piloto de monitores de inestabilidad de laderas las 24 horas del día en las zonas de mayor riesgo en las sierras de Guadalupe, Las Cruces, Santa Catarina y Chichinautzin, ocupadas por asentamientos humanos.