Fuerza ciclónica no vista desde 2005, con Wilma
Evacuación a refugios y compras de pánico marcaron la espera
Miércoles 7 de octubre de 2020, p. 2
Las autoridades de Quintana Roo y Yucatán declararon alerta roja y extremaron las medidas de seguridad ante el arribo del huracán Delta, categoría 4, que se esperaba tocara tierra la madrugada de este miércoles entre Puerto Morelos y Playa del Carmen, con vientos sostenidos de 250 kilómetros por hora y rachas mayores a 300, una fuerza no vista desde octubre de 2005, cuando Wilma azotó la península causando gran devastación.
Desde las ocho de la mañana de ayer, luego de que el gobernador Carlos Joaquín González decretó alerta máxima en los municipios de la zona norte del estado –Tulum, Cozumel, Solidaridad, Puerto Morelos, Benito Juárez (con cabecera en Cancún), Isla Mujeres y Lázaro Cárdenas–, y posteriormente los cinco restantes, empezó el desalojo de residentes y vacacionistas en la isla de Holbox, en Puerto Morelos; Punta Allen, Punta Herrero e Isla María Elena, en Tulum.
En la zona hotelera de Puerto Morelos, Cancún y la isla de Holbox los camiones formaron largas filas para desalojar turistas. Los lugareños se abocaron a realizar labores preventivas y compras de última hora en supermercados, gaseras, gasolinerías y hasta madererías.
Antes de la llegada de Delta había 40 mil 900 turistas en todo el estado, según datos de la secretaria de Turismo de Quintana Roo, Marisol Vanegas, un número menor de lo usual para esta temporada debido a la pandemia de Covid-19, que afectó económicamente la zona por cierres obligados.
Las direcciones de Protección Civil de la zona norte habilitaron 160 refugios anticiclónicos, entre ellos uno para mascotas, en Cancún. La alcaldesa de este último destino turístico, Mara Lezama, dijo que la ciudad había abierto más refugios de lo habitual con la finalidad de dar a las personas más espacio debido a la emergencia por el coronavirus. Los albergues estaban siendo desinfectados para evitar la propagación de la enfermedad.
En Cancún, largas filas se extendían el martes en supermercados, almacenes y estaciones de servicio, mientras los residentes se apresuraban a buscar provisiones bajo cielos mayormente soleados. Las autoridades advirtieron a la población que tuviera agua y comida a la mano suficientes para varios días.
El gobierno estatal ordenó que todos los negocios no esenciales cerraran antes de las 13 horas y prohibió la venta de alcohol. Los comercios de primera necesidad, como los supermercados, cerraron a las 5 de la tarde.
El Aeropuerto Internacional de Cancún suspendió operaciones a partir de las 22:30 y los paseantes que quedaron varados fueron trasladados a dos refugios ciclónicos habilitados en el ejido Alfredo V. Bonfil, a 15 minutos de la terminal aérea.
Lizeth Elena Garza, de 35 años, salió corriendo de su habitación en el hotel Fiesta Americana Condesa, con su hija de 10 meses en brazos, en cuanto sonó la alarma. Había llegado a Cancún el domingo, con su marido, su otra hija de cuatro años y sus suegros procedentes de Reynosa, Tamaulipas, y no podía ocultar su miedo.
Cierran zonas arqueológicas
En Yucatán, los puertos de Dzilam de Bravo, Río Lagartos, San Felipe, Tizimín, El Cuyo, Las Coloradas, Sisal y Chelem fueron evacuados la noche del martes por autoridades de Protección Civil, Ejército Mexicano y de la Secretaría de Seguridad Pública.
Todo el día, tropas del Ejército Mexicano aplicaron el Plan DN-III-E en su fase de auxilio. Por la mañana, la milicia auxilió con la evacuación de habitantes de los poblados de Las Coloradas, San Felipe y Río Lagartos.
Mientras tanto, la Secretaría de Educación del Estado también suspendió las clases en todas sus modalidades y todos los niveles hasta nuevo aviso.
Las condiciones climáticas no permitieron abrir al público las zonas arqueológicas de Chichén Itzá y Ek Balam, en Yucatán, como se tenía previsto, informó la Secretaría de Cultura, por medio del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Asimismo, se cerraron las zonas arqueológicas de Mayapán, Dzibilchaltún y Uxmal, también en Yucatán, además de Tulum, Cobá, Muyil y San Gervasio, en Quintana Roo.
Las autoridades ordenaron el cierre de los puertos petroleros de carga y de pasajeros en el Golfo de México y el Caribe antes de la llegada de Delta, incluida Dos Bocas, en Tabasco, e instalaciones petroleras en Campeche.
Los productores de crudo y gas en el Golfo de México, como BP PLC, BHP Group y Occidental Petroleum retiraron a su personal esencial de las plataformas mar adentro: Chevron anunció que cerrará sus instalaciones en la zona.
Los pescadores, a su vez, aseguraban las embarcaciones para evitar que sean arrastradas por las marejadas ciclónicas. El Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, prevé que Delta descargue abundantes lluvias en la península de Yucatán y en el occidente de Cuba, para luego enfilar hacia el Golfo de México y tocar tierra el sábado en el sur de Estados Unidos.
Delta es la vigesimosexta tormenta con nombre de una temporada de huracanes en el Atlántico inusualmente activa, en la que se han batido varios récords, entre ellos que se agotó la lista de nombres previstos para los ciclones y los meteorólogos comenzaron a identificarlos con el alfabeto griego.
A las 19 horas el gobernador dio a conocer que Delta tiene una longitud de más de mil kilómetros, con un ojo de nueve, lo que hace que sus efectos se sientan hasta Centroamérica.
Una vez que salga de México, se presume que el meteoro se volverá aún más poderoso sobre el Golfo de México a medida que se acerque a la costa de Estados Unidos, adonde podría llegar el viernes.
Los estados de Luisiana y Alabama –este último todavía recuperándose del paso de Sally–declararon este martes estado de emergencia.
(Patricia Vázquez y Luis Boffil, corresponsales; Joana Maldonado, Rosario Ruiz y Graciela H. Ortiz /La Jornada Maya)