Cientos de manifestantes volvieron ayer a la céntrica Plaza de la Dignidad, en Santiago, en repudio al gobierno y a la represión policial. Los inconformes enfrentaron el embate de los carros lanza agua y el gas lacrimógeno arrojado por los agentes antimotines. En tanto, se informó que el joven de 16 años que fue empujado de un puente por un elemento de Carabineros se encuentra estable y su salud evoluciona de manera favorable. Respecto de este caso, la oficina para América del Sur de la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió una investigación exhaustiva al gobierno chileno.