Lunes 5 de octubre de 2020, p. 18
Entre enero y abril pasados, la participación laboral remunerada de las mujeres mexicanas disminuyó casi 10 por ciento, al pasar de 45.9, a 36.4, indicó Silvia Solís San Vicente, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Al participar en el programa La UNAM responde, la también economista subrayó que la emergencia sanitaria repercutió en un número importante de hogares mexicanos por la ausencia de ingresos para satisfacer las necesidades básicas. Más de 50 por ciento del gasto familiar se destina a compra de alimentos, de ahí la importancia, dijo, de contar con recursos suficientes.
La mayor parte de las trabajadoras gana dos salarios mínimos diarios, menos de cinco mil pesos mensuales, insuficientes para satisfacer las necesidades elementales.
La especialista detalló que en México las mujeres son el sustento de 10 millones de hogares, con lo cual queda de manifiesto su importancia, y por ello la política pública lo debe considerar en su agenda para orientar y fomentar el empleo femenino
.
Explicó que la situación se vuelve más compleja, porque las mujeres mexicanas tienen un trabajo informal, inestable y vulnerable
, y sus remuneraciones son menores que las de los varones.
En un comunicado de la UNAM, la académica consideró que el problema de las mujeres trabajadoras tiene que ser visibilizado porque el empleo es el mecanismo más importante de distribución de la riqueza, y en este caso debe ser prioridad para el Estado y la investigación.
Aunado a lo anterior, el confinamiento, dijo, trastocó la estabilidad en los hogares, donde la mujer tiene diversas actividades que atender.