Domingo 4 de octubre de 2020, p. 20
Ríos, Guatemala., Frustrados y agotados de la travesía, miles de migrantes hondureños vieron esfumarse ayer sus aspiraciones de alcanzar Estados Unidos y se resignaron a su repatriación por las autoridades de Guatemala, donde el gobierno temía que su paso generara un repunte de casos de coronavirus.
Según datos de la policía, enviados a periodistas por la presidencia de Guatemala, más de 2 mil 150 integrantes del grupo solicitaron el retorno a su país y eran trasladados en camiones del ejército hacia Honduras.
Sólo unos 80 miembros de la caravana de hondureños que partió el pasado jueves de San Pedro Sula intentaron continuar el camino, pero fueron frenados por autoridades guatemaltecas en Tecún Umán, una localidad fronteriza con México.
En tanto, con la ropa sucia, zapatos en mal estado y cargando mochilas en sus espaldas con las pocas pertenencias que llevaban, la mayoría de los migrantes hondureños ingresaban de nuevo a su país bajo un inclemente sol por la frontera de Corinto, 315 kilómetros al noreste de la capital guatemalteca.
En su mayoría jóvenes, varios de los migrantes retornados dijeron a la AFP enfrentar con tristeza el regreso a la realidad de pobreza y violencia que azota su nación y que esperaban dejar atrás.
Sólo grupos pequeños y dispersos se negaron a abandonar su objetivo. El pasado jueves, unos 3 mil hondureños rompieron un cerco militar en la frontera e ingresaron a territorio guatemalteco con el anhelo de llegar a Estados Unidos.
En Guatemala, la caravana se disolvió y sus integrantes tomaron rutas distintas. El grueso del grupo tomó rumbo a Petén (norte) y el otro fue hacia el suroeste para alcanzar distintos pasos de la frontera –de casi mil kilómetros con México.
En principio, la mayoría se negaba a abandonar la odisea, pero el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, decretó un estado deprevención por 15 días en seis departamentos por el paso de la caravana.
La medida fue instaurada porque los migrantes ingresaron en estampida sin realizarse pruebas de Covid-19, ante lo que Giammattei ordenó la detención y retorno a Honduras de todos los que hubieran violado los protocolos de salud al ingresar ilegalmente a territorio guatemalteco.
Además, México anunció el despliegue de militares y agentes migratorios a lo largo de su frontera para impedir el paso de la caravana.
Al otro extremo del país, en la frontera de Tecún Umán, unos 80 migrantes también eran frenados por autoridades guatemaltecas que pretendían devolverlos a Honduras en camiones con la leyenda retiro voluntario
.
Miembros de la policía y del ejército vigilan la zona donde está el grupo, junto a la Casa del Migrante de la ciudad, donde reciben alimentos y también cubrebocas.
Algunos acusaron un engaño de las autoridades de Guatemala al señalar que les permitieron el ingreso al país sin problemas, para detenerlos más adelante.
Nos dijeron que tenemos que subir a los buses y regresar para Honduras
, dijo a la AFP María Cruz, de 26 años, quien viaja con su hermano José Javier, de 23, y su hijo Joshua Isaac, de cuatro años.