Sábado 3 de octubre de 2020, p. 30
Madrid. Los grillos fueron la primera especie en comunicarse mediante sonidos, hace alrededor de 300 millones de años, antes que los saltamontes, según un estudio publicado en Nature Communications.
“Los insectos tienen un papel vital en los ecosistemas terrestres.
Para comprender cómo los insectos influyen, sostienen o ponen en peligro los ecosistemas, y qué sucede cuando declinan o incluso desaparecen, primero debemos comprender por qué son tan ricos en especies y cómo evolucionaron”, dice la coautora Sabrina Simon, de la Universidad de Wageningen.
Orthoptera es un grupo de insectos carismáticos de gran importancia evolutiva, ecológica y económica como los grillos y saltamontes. Son un excelente ejemplo de animales que emplean la comunicación acústica. Utilizando un gran conjunto de datos genómicos, el equipo estableció un marco filogenético para analizar cómo se originó y diversificó la audición y producción de sonido durante cientos de millones de años.
El sonido familiar de los grillos se experimentó por primera vez hace 300 millones de años, encontraron los investigadores. La producción de sonido originalmente sirvió como un mecanismo de defensa, cuyos enemigos s se sorprendieron por el grillo vibrante en sus bocas. Más tarde, la capacidad de producir sonido desempeñó un papel destacado en la reproducción, porque los grillos productores de sonido tenían una mayor probabilidad de ser localizados por una hembra.
Los insectos son cruciales en todos los ecosistemas y lamentablemente su número está disminuyendo rápidamente. Las especies se están volviendo invasoras o están desapareciendo por el cambio climático. Eso, en sí mismo, tiene un impacto en los ecosistemas y, finalmente, en los seres humanos.
Necesitamos comprender la historia evolutiva de este grupo de animales. Sólo entonces comprenderemos qué sucede cuando estas especies disminuyen o desaparecen
, dice Simon.
“Tenemos acceso a una gran cantidad de datos genómicos sobre grillos y saltamontes, gracias al proyecto 1KITE (1K Insect Transcriptome Evolution) y una colaboración con Song Lab en Texas A&M University", explica Simon. Esto nos permite analizar cómo se relacionan las diferentes especies entre sí. Generamos un árbol genealógico de cuándo y qué especies de grillos, saltamontes y sus aliados vivían en la Tierra. Además de eso, sabemos qué especies eran capaces de producir sonido y oír. Eso nos permitió crear una línea de tiempo que muestra que los primeros grillos pudieron comunicarse hace unos 300 millones de años.
El proyecto 1KITE, donde colaboran científicos de 11 naciones: Australia, Austria, China, Francia, Alemania, Japón, México, Países Bajos, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos, tiene como objetivo estudiar los genes de más de mil especies de insectos.