El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de declarar constitucional su petición de someter a consulta popular la posibilidad de enjuiciar a los ex presidentes de la República que incurrieron en actos de corrupción.

Aunque los ministros cambiaron la pregunta, admitió, a otra con una redacción muy genérica, creo que fue un avance importantísimo, comentó en su conferencia matutina de este viernes.

Exageración de intelectuales orgánicos

Calificó como una exageración el que los intelectuales orgánicos y el PAN sostengan que él presionó a la Suprema Corte y que el Ejecutivo es el poder de los poderes. Es un exageración, pero es parte de lo mismo. Lo importante, insistió, es que la Corte resolvió a favor de la consulta popular, que se pregunte a los mexicanos, y esa es la esencia de la democracia. Los ministros se apegaron al espíritu del artículo 39 constitucional, que señala que el poder dimana del pueblo y se instituye para su beneficio.

Al responder si el gobierno federal influiría para que la ciudadanía entienda cuál es el sentido de la pregunta en la consulta, López Obrador señaló que no será necesario, ya que la gente misma lo va a ir aclarando en todos lados, porque es algo que no se va a poder tapar. Desde ayer mismo empezó el debate.

Comentó que los intelectuales orgánicos están enojadísimos, pero otros sectores están a favor y criticó a quienes se autodefinen como demócratas, pero no les gusta que se le dé la voz y el poder de decisión a la sociedad. “Su concepción de democracia es muy peculiar, es kratos sin demos, poder sin pueblo”.

Agregó que a lo mejor es la concepción de la llamada democracia sin adjetivos (título de una obra escrita de Enrique Krauze), es puro poder sin pueblo. Por eso, declaró, es muy importante que se pregunte a los mexicanos sobre el tema de los ex presidentes de la República.

El jefe del Ejecutivo remató el tema al aludir que el electorado va a tomar decisiones y votará por lo que considere más importante para el país. Son ciudadanos de verdad, no imaginarios como era antes.