El Instituto Nacional de Migración informó que, a solicitud de la Fiscalía General de Justicia de Michoacán, emitió una alerta migratoria contra Diego Urik Mañón Melgoza por su presunta responsabilidad en el feminicidio de Jessica González Villaseñor, a fin de impedir que huya de México.

La autoridad migratoria recibió la solicitud de la Unidad de Asistencia Jurídica Internacional y Extradiciones de la fiscalía estatal y de la oficina de enlace de la Interpol México.

Las autoridades michoacanas también ofrecen un millón de pesos a quien proporcione datos que conduzcan a la localización del joven de 18 años.

Desde la desaparición de Jessica, el 21 de septiembre, se desconoce el paradero de Diego Urik, quien fue la última persona que tuvo contacto con ella, según dio a conocer la fiscalía estatal.

Agregó que Diego mide 1.80 metros, es de complexión delgada atlética, cara ovalada, cabello castaño claro ondulado, frente mediana, cejas pobladas, ojos café claro, nariz mediana de base recta y boca mediana de labios delgados.

Tiene además cuatro tatuajes, uno en la espalda en forma de una mano con un ojo en su centro, otro en la costilla con la figura de dos serpientes, uno debajo de la clavícula con la leyenda Tassion y otro en la cadera en forma de tres triángulos, expuso la institución.

Diego Urik, quien supuestamente es parte de una familia de políticos del municipio de Lázaro Cárdenas, es el principal sospechoso. El 21 de septiembre, día en que desapareció la chica, él abandonó su casa. Además, testigos señalaron que lo vieron en un lavado de autos donde ordenó limpiar las vestiduras y la cajuela.

Los restos de Jessica fueron hallados en la zona boscosa de la tenencia de Jesús del Monte, municipio de Morelia, el 25 de septiembre.

Desde el día de la desaparición, familiares, amigos y colectivos realizaron varias manifestaciones en la capital del estado y en Uruapan, Huetamo y Apatzingán.

En redes sociales la desaparición y el homicidio de la joven educadora se convirtió en noticia viral.