Desde el inicio de la pandemia de Covid-19, la capacidad del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue insuficiente para la realización de las pruebas de diagnóstico de la infección. La causa es que el servicio de laboratorio está subrogado desde el sexenio pasado, con empresas privadas cuya capacidad quedó rebasada con el coronavirus, aseguró Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.

Por eso, el organismo ha tenido un permanente retraso de 15 días, en promedio, para confirmar o descartar la presencia del nuevo coronavirus en los pacientes. Tuvimos que poner un parche para resolver el problema, dijo.

Al respecto, el director del instituto, Zoé Robledo, confirmó que la realización de los estudios de laboratorio ha sido todo un desafío. En días pasados dijo que es de las deficiencias históricas estructurales y tuvimos que entrarle así.

Para subsanar el rezago, el IMSS suscribió un convenio de colaboración con el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (Indre), donde se realizan los exámenes clínicos. Hasta ahora se han efectuado más de 80 mil, comentó por su parte el subsecretario López-Gatell.

Desde abril, Mauricio Hernández Avila, director de Prestaciones Económicas y Sociales del Seguro Social, reconoció que por las carencias en los laboratorios, el instituto no cumplía con la cantidad de pruebas necesarias para la vigilancia centinela que realiza la Secretaría de Salud.

Los lineamientos señalan que en las unidades monitoras de enfermedad respiratoria se deben tomar muestras y analizar 10 por ciento de los pacientes ambulatorios, así como a todos los enfermos graves.

En el IMSS, con 140 unidades monitoras, se analizaba a la tercera parte de los ambulatorios y 90 por ciento de los hospitalizados.

En entrevista, López-Gatell recordó que, en 2009, Víctor Hugo Borja, actual director de Prestaciones Médicas, creó una red institucional de vigilancia epidemiológica para la influenza. El IMSS compraba los insumos y hacía los estudios en la materia.

Servicio subrogado

Esta red es independiente a los laboratorios de diagnóstico clínico de los servicios médicos y de los que se destinan a la investigación, explicó el subsecretario.

En el gobierno siguiente, bajo la dirección de Mikel Arriola, cambió el esquema de trabajo por el de servicios integrales, mediante los cuales se contrató a empresas privadas que aportan los equipos y materiales para efectuar los análisis.

Los equipos, laboratorios y el personal del IMSS, no sé qué estén haciendo, pero no realizan los procesos de vigilancia epidemiológica, afirmó López-Gatell.

Cuando surgió la pandemia de Covid-19 esos contratos con privados seguían vigentes y colapsaron con el volumen de trabajo que había.

Respecto de los cuatro laboratorios regionales del IMSS, ubicados en en el Centro Médico Nacional La Raza en la Ciudad de México y los centros de Investigación Biomédica en Guadalajara, Mérida y Nuevo León, el subsecretario señaló que no alcanzan a cubrir la totalidad de la demanda de pruebas.

También refirió que los contratos con empresas privadas se deben cumplir hasta su término y, aunque se intentó cambiarlos, no fue posible porque implicaba el pago de penalizaciones.