En México se debe fortalecer la recaudación fiscal para hacer viable en los próximos años su sistema de salud. De acuerdo con especialistas universitarios, el país tiene rezagos y enfrenta envejecimiento de su población e incremento del número de personas que padecen enfermedades crónicas, factores que recargarán las finanzas del sector en los próximos años.

Luis Foncerrada, director de la Facultad de Economía de la Universidad Anáhuac Mayab; Sofía Charvel, directora del Programa de Derecho y Salud Pública del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), y Héctor Villareal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, señalaron ayer en una conferencia virtual que mientras Canadá destina 8 por ciento de su PIB al sistema de salud y Argentina 7, México le asigna sólo 2.5.

En la sesión Reflexiones para una nueva realidad: sostenibilidad y financiamiento del Sistema Nacional de Salud, organizada por la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica, los participantes advirtieron que en la partida asignada al sector salud para 2021 se contempla un incremento global de 1.87 por ciento respecto a lo ejercido en 2020, pero que para la mayoría de las instituciones públicas que integran el sistema habrá recorte de recursos en términos reales.

Así, para la Secretaría de Salud y para Pemex hay aumentos, pero hubo reducciones a los fondos de los institutos Mexicano del Seguro Social y de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), así como las secretarías de la Defensa Nacional y Marina.

Héctor Villarreal planteó que los actuales problemas de financiamiento del sector salud sólo se pondrán peor con la transición demográfica venidera de envejecimiento de la población.

Señaló que es previsible que en los próximos años la mayoría del gasto se destine a los adultos mayores y a las enfermedades crónicas, lo que podría redundar en que por falta de recursos se descuide la atención de niños y niñas, así como las campañas de vacunación.