La lucha por el control de las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en el Centro Histórico de la Ciudad de México causó ayer una fractura en el seno de los colectivos que participan en su ocupación, al grado de que un sector amagó con abandonar el inmueble.

La escisión ocasionó que se conformaran dos grupos: uno con el Frente Nacional Ni Una Menos, conformado por las madres y víctimas, y que es encabezado por Yesenia Zamudio, y el otro con el llamado Bloque Negro Feminista, en el que se agrupan sobre todo mujeres jóvenes y que dan su respaldo a Érika Martínez.

En 14 días que lleva ocupado el edificio de la CNDH –ubicado en República de Cuba 60–, Zamudio y Martínez han sido los rostros más visibles de la movilización, que transformó el recinto en la autodenominada Casa de Refugio Ni Una Menos.

Sin embargo, a lo largo de este miércoles fueron visibles las rupturas en el seno del movimiento, que concluyó con un cónclave a puerta cerrada por la noche. Hasta el cierre de esta edición no se había hablado de acuerdos y sólo se informó que este jueves a las 11 de la mañana varias de las madres que participan en el movimiento, entre ellas las líderes, tendrán una nueva reunión con la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

Intercambio de imputaciones en redes

Todo comenzó después de que Zamudio difundió un video en su cuenta de Facebook en el que dijo que el Bloque Negro la ha acusado de robar los artículos y dinero que los ciudadanos han donado, al tiempo que exigió a Martínez hacer transparentes los estados financieros de la cuenta a su nombre, la cual se abrió para recaudar fondos para el movimiento.

La activista –madre de una joven víctima de feminicidio en enero 2016– agregó que feministas del bloque se atribuyen la ocupación cuando en realidad fueron las familias quienes la concretaron, además que la han violentado a ella y a sus compañeras.

De acuerdo con algunas de las víctimas que se encuentran dentro del edificio, otra de las diferencias es que el Bloque Negro exigía que no hubiera presencia de hombres, a lo que las otras respondieron que ellos también son víctimas y permanecerán dentro.

Como respuesta, el Bloque Negro difundió un video donde una de sus integrantes leyó un comunicado con su posición tras este rompimiento. Descartó que sean una célula de Ni Una Menos y se deslindaron de cualquier acción o discurso de Zamudio.

Sobre la ocupación del inmueble, establecieron “que la toma no se hizo por un solo caso o una sola persona, se hizo por las personas que estuvieron dentro, por las que siguen y por las que están afuera viviendo violencia”.

Por la noche, Martínez afirmó en entrevista que ella y sus aliadas se encuentran tranquilas pese a los incidentes. Tenemos claro adónde vamos, desconocemos el porqué de su pronunciamiento, de su enojo (de Zamudio). Las oficinas no las vamos a soltar, es de nosotras porque el país necesita de un hogar como este.